capítulo 3!

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MURDOC

Pensé que sería mejor correr de allí en vez de darle la paliza de su vida a Stuart, y corría mientras oía tras mía los pasos y la voz de Noodle llamándome.

Cuando llegamos a la salida del instituto, paré en seco y Noodle hizo lo mismo, colocándose a mi lado. Yo miraba al frente, a la nada, mientras ella me miraba a mí, esperando a que hiciera o dijera algo.

Pero nada, no había nada que decir.

—No sé que habrá pasado, pero seguro todo se arreglará. —Dijo y me dio una suave palmada en la espalda.

¿Arreglarse? Ojalá todo mi entorno se arreglara.

—Ya, gracias Noodle. —No sabía muy bien que responder.

Una furgoneta aparcó delante de la entrada, había un hombre joven conduciendo y unos cuatro niños en la parte de atrás.

—Bueno, este es mi coche. Mañana nos vemos, y espero que para mañana estés mejor. —Me dijo y antes de que pudiera despedirme de vuelta, entró en el coche.

Me parecía algo raro que esa furgoneta viniera a recogerla a ella, pero cuando el coche se alejó, pude ver una pegatina con un texto en la parte trasera.

"Orfanato para menores de nueva york"

Vale, eso tenía sentido.

Y sinceramente me pilló desprevenido.

Aunque me olvidé del tema enseguida, tenía mejores cosas de las que preocuparme, porque lo peor aún no había pasado.

Tenía que llegar a casa.

Yo odiaba mi casa. Y no diré hogar porque esa mierda de sitio no era mi hogar.

Mi casa no quedaba lejos del instituto, solo a dos calles más.

Cuando llegué me quedé mirando fijamente la puerta del portal, que estaba abierta, pensando en si entrar o no. Alcé mi cabeza y pude ver la finca en la que vivía. De tan solo tres pisos, que se caía a pedazos y necesitaba una buena mano de pintura.

No lo pensé más y entré.

Que más daba.

Ya me había acostumbrado de todas formas.

Entré y subí por las escaleras roñosas, obviamente no había ascensor.

Y cuando llegué a la puerta de mi casa, en el segundo piso, revisé mis bolsillos y vi que no llevaba las llaves.

Joder, joder, vale.

Era una auténtica mierda tener que llamar al timbre y que mi familia sepa que ya había llegado.

Es mejor si no se dan cuenta, si soy invisible para ellos.

Llamé a la puerta y esperé a que me abrieran.

A los dos minutos, mi hermano mayor abrió la puerta. Estaba completamente desnudo.

—Joder, enano, ¿no llevabas llaves? me has interrumpido, que estoy follando. —Me dijo con toda la naturalidad del mundo, yendo de nuevo hacía el salón para seguir con lo suyo.

—Con Olivia? —Le pregunté antes de que cerrara la puerta. Olivia era la novia de mi hermano, y ella me caía realmente bien.

—No, con otra. —Me contestó sin más detalle y despareció tras la puerta. A los segundos ya los oía follar.

Joder, pobre Olivia. Ella es una buena chica, muy maja, y puede que la única persona que me tratara de forma decente, además fue la que me regaló mi primer bajo. Mi hermano y ella llevaban juntos dos años ya, y seguramente duren muchos más. Ella no se enteraría de esto, ni de esto ni de nada de lo que hacía mi hermano.

Silly musician kids!     [2doc AU]Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon