Capítulo 1

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Narra Reiko:

— Deme una oportunidad por favor — suplico acercándome a la mesa del director.

— No puedo, tú deberías de estar ya en el Instituto Alia, pero sigues aquí a las envueltas con el equipo — habla el director serio.

— Por que el Raimon tiene que jugar, no puede quedar en el olvido, todas las fans que tiene este equipo que hará, dígame.

— El Raimon no va a participar en el torneo.

— Solo un día más… Por favor, solo uno, deme una sola oportunidad y luego me iré a la Alia si no consigo a los jugadores.

— Hasta que acaben las clases.

— Pero eso es muy poco…

— Ah ah ah ah — me interrumpe negando con el dedo. — Haciendo esto ya estoy rompiendo las reglas, así que cuanto menos tiempo posible y si no lo consigues en el tiempo esta misma tarde te vas al Instituto Alia, ¿entendido?

— Entendido director — contesto con expresión triste.

— Bien, ¿a qué esperas? Ya estás tardando.

— Voy voy — salgo corriendo pero antes de que cierre lo escucho.

— El cambio de alumnos ya está decidido solo hace falta saber si te cambiaré a tí o no — me mira serio.

Trago saliva y me voy de allí deprisa, bajo las escaleras corriendo con cuidado de no caerme, al llegar al patio, suelto un suspiro acercándome a mi amiga.

— Akane chan, ¿quieres unirte al…? — empiezo.

— Ya te dije que no, estoy en el equipo de baloncesto y el fútbol no me gusta.

Ella se va con su novio y yo pongo mala cara, tengo que encontrar gente para no ir a ese orfanato, no es por nada en especial, pero no me mola cambiarme de instituto y mucho menos de orfanato, ya tengo mi grupito hecho no voy a cambiarlo por un equipo y menos el Raimon.

Camino despacio por el patio mientras pienso en mi familia. Mi padre murió en combate y mi madre me abandonó en un orfanato por irse con su novio, ahora marido el cual no quería hijos pero ahora tienen 4, que puto hipócrita de mierda, pero la culpa es de mi madre, todo es su culpa, por no valorar al único recuerdo de mi padre, en fin… Debo dejar de pensar en esas cosas, me joden la existencia.

Me salgo de mis pensamientos al escuchar una voz cada vez más cercana a mí.

— Disculpa — sonríe un chico acercándose. — ¿Ese es el uniforme del club de fútbol? — habla contento.

Me quedo por unos instantes en silencio, observo detrás de ellos viendo a un grupo de chicos y chicas, luego le miro con una sonrisa emocionada.

— Siiii, ¿queréis uniros?

— Nuestro director nos dijo que jugaríamos en el Raimon.

Abro los ojos y sonrío mucho.

— Soy la capitana del club Yagami Reiko, es un placer, necesito que me digáis vuestros nombres para apuntarlos — digo sacando mi boli y mi libreta pequeña.

Luego de apuntarlos, les acompaño al club y acto seguido voy a la oficina del director, al entrar le doy la libreta con los nombres.

— En menos de 1 hora, tiempo record.

— Oh son los que iban a jugar — dice observándolos.

— ¿Y por que no me dice nada?

Me mira serio dejando la libreta en la mesa apoyando su codo en esta.

— No estoy seguro de que podáis ganar siendo tu la capitana, salías muy pocas veces a jugar, y ahora Mark no está, hay muy pocas probabilidades de ganar.

Me quedo en silencio por unos segundos y frunzo mucho el ceño.

— Como le dije a Steve, no podemos depender siempre de Mark o de Axel, tenemos que valernos por nosotros mismos, demostrar que incluso sin Mark y Axel podemos ganar.

Él se queda en silencio mirándome.

— Si el Raimon pierde en el torneo, te irás a la Alia con efecto inmediato.

— Vaya buscando un entrenador dire, porque el Raimon va a ganar este torneo.

Tras esto me voy de allí seria, al llegar al club entro guardando la libreta.

— Bien chicos, estáis dentro — sonrío viéndolos.

— ¡¡Genial!! — sonríe Sonny.

— Bien, ¿vais a ser todos jugadores? — pregunto. — Es para los uniformes

— Yo prefiero ser mánager — dice una chica morena de ojos verdes.

— Está bien, ¿los demás jugaréis?

Asienten con la cabeza y yo sonrío contenta.

— Chicos… Ya lo veréis, ganaremos el torneo, el Raimon volverá a florecer — hablo feliz.

— Pues claro que sí capitana — sonríe Asuto.

Mientras hablan contentos yo solo suelto una pequeña risa.

— Demostraré que no soy solo una suplente, que pueden ganar siendo yo su capitana, y todos lo verán… Mark…, deseo que te sientas orgulloso de mí…

El legado del RaimonWhere stories live. Discover now