𝐖𝐈𝐂𝐊𝐄𝐃 𝐆𝐀𝐌𝐄𝐒-j. black, e. cullen.

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La ceremonia parecía desarrollarse de manera perfecta, el problema aquí era yo.
Incluso Edward, antes de la llegada de Bella al altar, me enviaba miradas alertas.

Probablemente mis pensamientos lo dejaban aturdido, así que bloqueé su poder de lectura. Seguro me lo terminaría agradeciendo luego.

Es que ¿en que otra cosa más podría yo estar pensando? Mi mente solo recaía en dos temas específicos: mi ex casándose, mi pareja huyendo del pueblo sin siquiera comunicarse.

La parte más formal de la boda, la ceremonia, fue un éxito. Bella llegó sana y salva al altar, eso es mucho decir.
Ahora empezaba lo divertido, la recepción de la boda, y en consiguiente la fiesta.

Alice y Jasper se acercan a la gran torta de bodas, donde unos humanos de la escuela la observaban críticos.

—¿No creen que sea mucho?—pregunta cortésmente Alice, mientras me acerco a la pareja.

—Oh, no no...—los humanos parecían nerviosos. Pero jamás más nerviosos que yo.

El brazo de Jasper detiene suavemente mi caminar, apareciendo frente a mi en velocidad humana.

—¿Necesitas que te ayude?—su todo de voz condescendiente me genera escepticismo.

—¿Con que o qué?—alzó una ceja a su dirección mientras su tacto se desconectaba de mi.

—Eres un torbellino de emociones, Ivonne, necesitas un poco de calma.—la respuesta de Jasper me hizo bajar a la realidad, tenía razón.

—Lamento que sientas mi torbellino.—le dedico una sonrisa sinceramente apenada.—Te permito que hagas lo tuyo, por lo menos un poco.

El empatico asiente con la cabeza de forma caballerosa, poco tiempo tardó en llegar una abrasadora ola de paz a mi cuerpo.

Hasta no sentirme más tranquila no había notado lo tensa que estaba.

—Gracias.—susurro sincera, Jasper no contestó pero se notaba que fue un intercambio positivo. Ahora mi torbellino de emociones no lo iba a molestar por un rato.

Seguí mi camino hasta un punto al azar de la fiesta, y a la mitad de tramo oigo a Seth llamarme.

—¡Ivonne!¡¿Que onda?!—su voz animada me sorprende, detengo mi caminar en menos de un segundo.

Seth y Billy estaban hablando junto a los recién casados. Y yo llegaba a interrumpir.

—¡Oh! Bueno...Me alegra verlos aquí.—me sumo entre ellos, creando un tipo de ronda.—Estoy, no se, estable. Bien.—el peor intento de sonrisa se muestra en mi cara.

—¿No han sabido nada de él aún?—cuestiona Bella, con el ceño fruncido.

—No.—Billy y yo respondimos al unísono. Mientras Seth pronunció un escueto "Para nada".

—Estoy seguro de que Jake les desea lo mejor...—vuelve a enunciar Billy Black.

—¡Yo deseo embriagarme!—Charlie, el padre de Bella, aparece junto a nosotros con una hermosa mujer que reconocía por ser la madre de Seth y Leah.—Están sirviendo una muy buena champaña.