veintinueve

156 16 4
                                    

—¿Jimin? —llama cuando regresa a la sala de estar. La televisión ha cambiado a otro canal, mostrando a un presentador y su invitado en una entrevista aparentemente entretenida. —Oh, parece que ya te manejas bien con el control.

—Aprendo rápido. —murmura Jimin. —Este programa también ayuda en algo, mis frases ya son casi normales.

Jeongguk se sorprende. —Tú... No entiendo, solo pasaron unos minutos, ¿no?

Jimin se encoge de hombros, ofreciéndole una sonrisa ladeada. —No me cuestiono cómo aprendo, simplemente lo hago. Los gatos son inteligentes, pero mi forma humana permite una mejor comprensión.

—Entonces, ¿por qué hablabas tan mal antes?

—Cuanto más tiempo esté como gato, menos podré hablar en mi forma humana. —Jimin se dirige hacia él ahora, apoyándose en sus manos con las piernas cruzadas. —Pasa lo mismo al revés. Si me quedo demasiado en mi forma humana, olvidaré cómo maullar y hacer otras cosas que son naturales para los gatos. Mi cuerpo tarda un rato en recordar cómo funcionar en esa forma y, bueno, antes de que pasara esto estuve un buen tiempo en forma de gato.

—Entiendo. —asiente Jeongguk, sintiéndose un poco mareado. —Bueno, supongo que tiene sentido. Las horas pasan, te acostumbras a tu forma humana, recuperas el habla cada vez más rápido... Bien.

—¿Jeongguk, estás bien?

El más alto se congela. Por alguna extraña razón, siente el golpe de realidad ahora, justo en el momento en el que Jimin se dirige hacia él, le hace sentir que esto es demasiado bueno para ser verdad. Pero lo es, es real.

—Solo necesito... sentarme...

Jimin se pone de pie en un instante, acercándose a Jeongguk y presionando sus dedos en su antebrazo. Lo tira incesantemente, llevándolo al sofá para finalmente sentarlo. Jeongguk simplemente lo permite, dejándose llevar, demasiado aturdido y cansado para luchar contra algo en este momento.

—Esto es... demasiado. Me cuesta asimilarlo. —admite al otro, mirando fijamente al televisor. El programa se ha convertido en ruido blanco, su cerebro ya no quiere seguir cooperando. —Espero que entiendas por qué estoy abrumado.

—Lo entiendo, y lo siento.

Cuando Jeongguk se dirige a Jimin, quien ha decidido encogerse en el extremo más alejado del sofá (aunque no está tan lejos, dado el tamaño), parece triste. Lo suficientemente triste como para que el corazón de Jeongguk se retuerza de inquietud.

—¿Por qué te disculpas?

—Tu confianza. —suspira. —Me aproveché de ella. Supe todo el tiempo que un día lo descubrirías... pero no pude decírtelo. Te lo oculté.

—¿Tenías alguna razón para ocultármelo?

Jimin mira fijamente a sus rodillas, recogiendo un hilo perdido de sus jeans.

—Jimin...

Suena el timbre, cortando su conversación cuando Jeongguk recuerda exactamente quién viene a visitarlo.

Bueno, si Jimin no tenía todas las respuestas, quizás Taehyung sí.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 10, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

LONELY [kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora