Antes de conocerla era un obseso del control, idiota, aburrido, snob; todo un patán arrogante. Ahora lo sigo siendo, pero también soy celoso, posesivo, atento, cariñoso e incluso, en contadas ocasiones, sonrío.
Antes solía ser el hijo, el hermano, el jefe, el magnate. Ahora soy el colega, el amigo…, el hombre.Amanda me reta, me enloquece, saca esa parte de mí la cual no sabía que existía y poco a poco, me seduce hasta tenerme rendido a sus pies. Sin embargo, existen demasiados impedimentos que no separan.
¿Qué sucede cuando la pasión no es suficiente?
CZYTASZ
Seduciendo a mi Jefe
Romans¿Cuáles son las consecuencias por ofender a tu jefe? Pues llevarte llevarte la follada de tu vida. En el ascensor, sobre un escritorio o en un Penthouse con vistas a la ciudad de New York. A cualquier hora y en cualquier lugar. Amy selló su destin...