Mientras el mayor se duchaba, Macao bajó a la cocina y le preparó un té caliente para que al salir se pudiera relajar un poco.

Cuando Tay salió del baño buscó con la mirada al menor y lo vio sentado a los pies de la cama con una taza humeante en las manos, este le dijo que se acercara ofreciéndole la taza y el mayor se acercó poco a poco.

Macao casi salta para abrazar a Tay cuando este abrió la puerta del baño poco a poco, la camiseta que le había dejado le iba enorme y lo hacía ver aún más pequeño de lo que ya era, le llegaba a la mitad de los muslos dejando ver sus bonitas piernas, Macao trago con fuerza y apretó la taza en sus manos desviando la mirada hacia los ojos del mayor para decirle que se acercara.

Fue una verdadera tortura, aguantar las ganas de acariciar, besar y recorrer toda esa piel expuesta cuando Tay se acercó y se sentó a su lado en la cama, olía como él ahora mismo y no había cosa que pudiera provocarlo más, pero todo eso quedo totalmente olvidado cuando volvió a mirar directamente los ojos del mayor y estos estaban rojos otra vez, aguantando las lágrimas una vez más.

"P'Tay, ¿qué ha pasado?" preguntó Macao sin querer saber realmente la respuesta, pues imaginaba que tendría algo que ver con el idiota de su novio.

La respuesta fue un silencio por parte del otro y las lágrimas empezaron a caer de nuevo recorriendo sus mejillas, Tay centró la mirada en la taza que tenía en las manos y la apretó con fuerza, con un susurro casi inaudible dijo; "Yo, yo no..." la frase quedó a la mitad cuando su pecho volvió a doler recordando lo que había pasado.

Macao vio la expresión de dolor en el rostro del chico y no quiso presionarlo más, así que con mucho cuidado subió las manos a la cara del mayor y con los dedos le secó las lágrimas delicadamente mientras le decía que no hacía falta que hablara si no estaba preparado. Tay apretó aún más la taza entre sus manos y asintió con la cabeza a modo de respuesta, Macao dijo "Está bien P'Tay, está bien" sus dedos nunca dejaron de acariciar las mejillas del mayor y este cerró los ojos al sentirse protegido y en paz, apretó suavemente la mejilla contra la mano del más alto y abrió los ojos de nuevo, encontrándose con los ojos oscuros del otro, mirándolo de una forma que no supo identificar.

Había algo invisible entre ellos, algo que tiraba de ambos, que los atraía el uno hacia el otro, la mirada de Macao se desvió a los labios de Tay, cuando sus ojos volvieron a encontrarse, algo había cambiado en el ambiente, se sentía ligero y en paz, se sentía correcto estar allí, los dos, mirándose el uno al otro.

De forma casi inconsciente empezaron a acercarse el uno al otro, cortando la poca distancia que los separaba, Tay se estremeció ligeramente cuando sus narices se rozaron y aguantó la respiración sin darse cuenta, al notar eso Macao ya no pudo aguantar más, unió sus labios suavemente con los del mayor y eso fue todo, el mundo dejó de girar, todo pareció volver a su sitio, se sentía real por primera vez en mucho tiempo, se sentía cómodo, en paz, simplemente se sentía correcto estar besando a su mayor.

Tay, por otra parte, estaba muy confundido, se sentía seguro estando con el menor, sentía que podía ser libre y sentía que algo se le movía dentro del pecho cada vez que ese chico obstinado le sonreía o decía su nombre, pero también se sentía culpable, culpable porque estaba Time, el chico del que estaba enamorado, su pareja, su todo. Era consciente de todo lo que Time hacía a sus espaldas y eso le rompía el alma en pedazos, pero no podía dejar de quererlo por más que lo intentara y no quería hacerle lo mismo porque él no era así.

Fue un beso húmedo, Tay no dejó de llorar en ningún momento, pero fue suave y delicado, fueron labios contra labios, nada más. Ninguno de los dos estaba preparado para algo más. El más bajo fue el primero en separarse, abriendo los ojos y soltando el sollozo que había estado reprimiendo, Macao rápidamente llevó sus manos esas mejillas y las acunó una vez más, secándole las lágrimas.

Tay entre sollozos ahogados dijo "No, yo no, no puedo... Lo siento, yo no..." se derrumbó otra vez al acabar la frase y Macao volvió a recoger los pedazos de su corazón roto una vez más. "Shhh... está bien Phi, está bien..." Macao entendía lo que el otro quería decir y simplemente lo atrajo hacia sus brazos y dejó que este se desahogara en su pecho, sin soltarlo en ningún momento.

Cuando Tay consiguió calmarse un poco y dejar de llorar le contó a Macao lo que había pasado, al escuchar la historia Macao solo pudo cerrar los puños con fuerza en la espalda del mayor y acercarlo aún más a su pecho, se prometió a sí mismo que no dejaría que nadie le rompiera el corazón al chico que tenía entre sus brazos nunca más. Tay terminó la historia entre lágrimas y escondió la cabeza en el cuello del más alto, sintiéndose a salvo.

Sintiéndose en paz en brazos de Macao, Tay se dejó llevar por los brazos de Morfeo, agotado mentalmente después de esa larga noche, escuchar el pulso del más bajo lo calmó y no pudo evitar dejarse llevar por el sueño. Al percatarse de ello, Macao se levantó con cuidado de no despertarlo y lo cargó, acostándolo y tapándolo con la manta para que no tuviera frío, dio la vuelta a la cama y se tumbó a su lado, observando cómo respiraba tranquilamente, admirándolo en silencio y durmiéndose al poco tiempo.

-Moon <3

KinnPorsche cortosWhere stories live. Discover now