• 𝑪𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒐𝒄𝒉𝒐

539 52 26
                                    


CAPÍTULO 8.
MADRUGADA 2/3

"¡bam, bam!"

Dos disparos de escopeta se escucharon demasiado cerca de dónde la joven pelirroja se encontraba, si bien se andaba durmiendo sobre el volante por el sueño que se cargaba, esos espantosos sonidos se encargaron de levantarla de golpe, la adrenalina y la preocupación corrieron por las venas, el idiota y apreciado primo, el único de su edad en la familia que no detestaba lo había mandado a entrar a esa cabaña del infierno, sitio que estaba siendo gobernado por el pánico y el miedo, teniendo a todo volumen por música los gritos agudos del terror que todos vivían.

Al estar por salir del auto, con una pequeña pistola de bolsillo en manos dispuesta a encarar al imbécil que quiera hacerle daño a su familia. La familia Virgo y Escorpio, son reconocidas por criar a sus descendientes en el arte de la defensa personal, al igual que eso incluía enseñarles a disparar un arma por si las dudas, Victoria no fue la excepción, hasta le encantaba salir de cacería con su padre en la época de caza, si esta quería poder competir en puntería con Sienna, solo que ella con una pistola y no con un arco, la pelirroja estaba más que dispuesta a entrar cuando un mensaje la detuvo.

"No entres, estoy a salvo, necesito que mejor retires a los que no pueden ni levantarse de los alrededores, no vayan a salir lastimados, cuídate Vi"

-Ean.

Al leer el mensaje se relajó que estuviera bien, le respondió con un simple "okay" antes de realizar lo que le encargaron, esperaba que Aurora estuviera bien, no sea oía tan cuerda la última vez.

¿Quiénes de los protagonistas estaban cerca de la persona armada?, nada más ni nada menos que Tea y Liam, par de jóvenes que se encontraban tranquilamente platicando en un tronco fuera de la cabaña, al escuchar los disparos corrieron a esconderse en los arbustos, temblando del miedo, siendo el libra quién abrazaba a la contraria para otorgarle seguridad y protección mientras miraban en silencio como la figura de una fémina esbelta cargaba una escopeta, no caminaba del todo bien, se encontraba bajo influencia del alcohol o eso concluyeron el par de castaños. Todo pasaba lento por el terror en los corazones, que no se dieron cuenta que Victoria los encontro mientras ellos intentaban escapar a hurtadillas mirando fijamente por donde se fue la terrorista, la pelirroja les cubrió la boca a los jóvenes dándoles el susto de su vida.

─No hagan ruido, soy Victoria, vengan conmigo en silencio ─murmuró recibiendo un asentimiento por parte de los chicos que no dudaron de irse con ella, quién los llevo hasta su auto a salvo, al entrar pudieron respirar con tranquilidad─ Liam, tendrás que ser el conductor, no sabemos cuando todo se descontrole y tengamos que salir corriendo, necesito sacar a mi primo una vez lo tenga nos vamos, la policía ya viene en camino por lo que me dijeron varios de los que ayude a salir.

Sin más se retiró dejando a ese par solo que se voltearon a ver atónitos sin creer en la situación que estaban en vueltos.

─Esa era Pricsilla ─murmuró en un tartamudeo llevando la mano a la boca, sorprendida por la escena que se repetía en la mente.

─Oliver, hoy me hablo de ella y de loca que descubrió que está, pensé que exageraba sobre las locuras que le hizo pasar ─habló en voz baja del mismo modo, desviando la mirada a la cabaña, llevando una mano hasta la mano libre de la joven que temblaba buscando tranquilizarla, le regalo una cálida sonrisa una vez cruzaron miradas─ tranquila, todo estará bien, hay que esperar a Vic...

Corazones flechados |ZodiacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora