Luces De (Verano)

Capítulo 3: Luces de la fogata

[Segunda vida, 10/06/2010]
Es un nuevo día común y corriente, así han sido los días durante todo este tiempo, no me puedo quejar, siempre quise vivir esta tranquilidad, finalmente pude experimentar lo que es en realidad "dormir sin preocupaciones", el día de hoy voy a hacer algo que siempre quise hacer en mi vida pasada, me iré de campamento con mis amigos.

Debo admitir que es extraño que un chico grande como yo conviva con estos niños, les he agarrado cariño a estos tontos, creo que los niños tienen un sentido bastante desarrollado, pues a pesar de que en teoría soy de su edad, ellos me dicen que soy como su padre, nunca fui una persona madura en realidad, así que me gusta esta sensación de poder compartir experiencias de la vida.

En fin, es momento de salir, por suerte ya está por anochecer, estamos en verano y por la tarde la temperatura puede llegar hasta los 35 grados, el bosque verde que parece sacado de un cuento de hadas nos espera.

- ¡Oye July, apresúrate!, mira esto, ¡Christian logró encender la fogata!, genial, ¿cierto? -dice Dalia-

- ¡Ja!, es que soy increíble, no hay nada que no pueda hacer. -Dice Christian-

- Sí, es bastante asombroso, te felicito.

- ¡Tú siempre tan serio, vamos, sonríe un poco anda! -Dice Richard-

- Esperen... ¡miren eso, allá arriba! -Dice Dalia con asombro-

Todos alzamos nuestra mirada y vimos como el cielo aparentaba abrirse, las estrellas parecían constelaciones y la hermosa noche totalmente despejada dejaba ver una abertura blanca, como si la galaxia hermana estuviera al lado nuestro, dos de nosotros estábamos encima del coche de nuestros padres, Dalia estaba viendo entusiasmada y el infinito se reflejaba en sus ojos morados, cubriéndose del frio de la noche con su suéter azul, mientras que Daniel estaba en una esquina con un falso telescopio.

En aquel momento vi una silueta con demasiada claridad, pero aún no sabía lo que era, parecía un fantasma pero era real, y nunca lo olvidé, fue uno de los momentos más felices de mi nueva niñez.