—¡Nos vemos! ¡No hagan el sin respeto sin protección!— Nos gritó Cheryl, ya caminando por el pasillo.
Solté una leve risa y Jughead también mientras se sentaba frente a mi. Parecía tener algo importante que decirme porque lo noté nervioso.
—Hola Jughead— Lo saludé, con una sonrisa. —¿Todo bien?—
—Todo bien, Betty. Estoy aquí para hacerte una propuesta muy... importante— Confesó, nervioso.
Lo miré, alzando una ceja. ¿Será lo que mi mente está maquinando? ¿Me pedirá que sea su novia o algo así?
No Betty... ya eso es demasiado. Demasiado bueno para ser verdad.
—Te escucho— Le avisé, con cierta ilusión en mis ojos.
Él aclaró su garganta y me miró. —¿Que te parece si aliamos nuestras empresas?— Me preguntó.
Lo miré, algo sorprendida. Eso si que no me lo esperaba. —¿Unir nuestras empresas?—
—Si... estoy hablando de... de que podemos multiplicar acciones, ganancias y más reconocimiento a nivel internacional. En conclusión... hacer como una sola empresa en donde los dos somos aliados. Ya sabes... socios— Explicó.
Me quedé en silencio y lo observé. Su propuesta no estaba nada mal, pero... ¿Es buena idea?
No encuentro ninguna razón para no aceptar.
—¿Por qué estás tan callada? ¿Lo estás pensando o no quieres? No hay ningún problema con que no quieras— Aclaró.
—Oye...— Lo llamé, sonriéndole. —Está bien. Lo haré. Solo ven mañana y empezaremos el papeleo—
Una enorme sonrisa se formó en su rostro e hizo algo que no esperé. Se puso de pie, se acercó a mi y me abrazó.
Yo le correspondí, aunque un poco confundida. Aún así ese abrazo se sintió cálido y con sentimiento.
—No te arrepentirás Betty— Aseguró, separándose del abrazo con una sonrisa. —¿Te parece si nos vemos para conversarlo?—
—Claro— Acepté. —¿Mi casa?—
—¿Tu casa? Bueno... por mi está muy bien. ¿Cuando?—
—Se supone que si vamos a hablar sobre esto, tiene que ser esta noche a más tardar— Supuse, encogiéndome de hombros mientras jugaba con mi bolígrafo. —¿Quien lo diría? Tu y yo haciendo negocios—
Él sonrió. —Si... cuando estábamos en la universidad no me imaginé que esto pasaría. ¿Sabes? Me alegra volver a encontrarme contigo—
Sonreí y me sonrojé. —¿Por cuáles razones?—
Él se acercó a mi con esa sonrisa presumida y quedamos tan cerca que faltaba poco para juntar nuestros labios mientras nuestras miradas se conectaron.
—¿Que es lo que quieres saber?— Me preguntó, mirando mis labios.
—¿Que pasa? ¿Acaso me vas a besar?— Pregunté.
Lo se... he perdido totalmente la vergüenza y la dignidad ante el, pero estoy logrando lo que quiero. No hay mejor sensación que besar al chico por el que tanto sufrí estos años cuando me sigue gustando como la primera vez.
¿Hacia donde vamos con esto? No lo se... pero no quiero parar.
—¿Y tu deseas que yo te bese?— Me preguntó, acercándose un poco más.
—Si lo haces no me voy a negar— Confesé.
Ahí nuestros labios se unieron en un beso lento, tierno, pero con su toque perfecto de pasión. No se que estamos haciendo. Al fin tengo lo que deseaba, pero no como lo deseaba. Nisiquiera se si él está jugando conmigo.
Nos separamos de ese beso y el se fue susurrándome un "Nos vemos esta noche" mientras salía de mi oficina.
Esa frase me provocó unos extraños escalofríos. Una noche los dos solos...
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