Atributos con Photoshop

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—Pero yo...

—Estás siendo una perra.

—Bien, todos en mi contra —se levantó de su puesto, guardando el teléfono en su bolsillo y se fue a sentar para otra parte—. Falso es falso y conmigo no camina.

Pero Gabriel la persiguió y la agarró por un brazo.

—Deb tiene razón. No es justo que engañes al que con acciones humildes te demuestra, que con el que te calienta el oído con promesas arrogantes. Independientemente de que solo sea un chat, tienes que dejarle las cosas claras a Brayan. Él está demasiado ilusionado contigo.

—Dejen la ladilla, no es peo de ustedes —se zafó.

Después apareció Bárbara, cruzada de brazos.

—Espero que tampoco sea peo de nosotros cuando él se entere y quieras venir a buscar consejos de cómo hacer para que vuelva, porque te va a hacer falta.

Con los labios apretados y la barbilla en alto, Natalia salió del salón, decidiendo ausentarse en la primera clase del día.

~•~

Yeferson permanecía copiando una tarea de física que le había pasado una gafa del salón que estaba pendiente de él. Era bonita y tenía nombre decente, pero ya tenía un muchacho y Yeferson Jesús prefiere que le digan papi, no padrastro. Igual, se agradece la intención de ayudar con la materia.

Alguien le tocó la puerta del cuarto y, cuando salió, vio que era la ladillosa de la hija de Miguel David.

—¿Qué quieres, chama? Me estoy quemando el coco resolviendo un ejercicio de la mardeta Ley de Ohm.

—Ehmmm... —ella mordió su labio inferior—. Puedo ayudarte si quieres, soy buena con los números y conozco de memoria la mayoría de las fórmulas.

—No, presumida. No requiero de tus servicios, jala bolas.

—Serás imbécil...

—¿Has venido a mis aposentos a insultarme o a pedirme algún favor?

Ella suspiró, la habían descubierto. Sin esperar invitación, se adentró al habitáculo oscuro y desordenado.

—Huele horrible aquí dentro.

—Porque tienes la boca debajo de la naríz. Habla rápido, que ando ocupado.

Ella tuvo que reprimir un insulto e ir al grano.

—Quiero ir esta noche a la casa de Bárbara, haremos maratón de Harry Potter. Pero sé que mi padre no querrá acompañarme y necesito que le digas que iremos a alguna parte. Inventar algo, pero por favor, ayúdame.

—Estoy ocupado ahorita —pero su mente maquinaba un plan macabro—. Ahora le digo, pero... ¿Crees que te haría un favor solo porque sí? ¿A ti?

—Por favor —Débora juntó sus manos—. Lavaré los platos por ti durante una semana.

—Dos.

—Una.

—Una y media.

—No. Una.

—Entonces no hay trato.

—¡Oh, vamos! —gruñó—. Está bien, gilipollas, semana y media.

—Está bien, tenemos un trato —Yeferson extendió su mano, pero la castaña se apartó.

—No, no me toques. Has de tener sarna.

Yeferson, en un movimiento ágil se inclinó hacia adelante y le besó una mejilla. Débora después le dijo «Cabrón» y le metió una cachetada, pero equis.

Bajo la misma arepaWhere stories live. Discover now