CROSS YOUR MIND ━━ stiles stilinski ¹ ✓

015. you owe me twenty bucks

—Por supuesto —Aspen dijo inexpresiva—. ¿Algo más que pueda hacer por usted, señorita?

—Perra titulada —Lydia murmuró por lo bajo. La castaña no pudo contener su carcajada.

—¿Yo? ¿Soy la perra titulada? —ella se defendió—. ¡Lydia Martin, eres la personificación de la perra titulada! Recorres estos pasillos con puño de hierro, eres la autoproclamada reina de la Escuela Beacon Hills, tienes a casi todos los chicos de la escuela suspirando por ti, incluso que definitivamente no te mereces, por cierto. Desprecias a las chicas como yo que no tienen un bolso Chanel o tacones Versace. Desprecias a las personas que no son tan populares como tú. Desprecias a las que piensan que eres el mundo y diablos, ¡ni siquiera te molestas en aprender su nombre! —Aspen finalmente estalló.

—No tengo tiempo para tus melodramas —Lydia suspiró.

—No, no he terminado —Aspen siseó—. ¿Crees que eres tan superior a todos? ¿A mí? Sin embargo, todavía te preocupa dónde está la atención de tu novio, porque no está en ti.

Lydia se quedó en silencio y Aspen inmediatamente se sintió horrible por la forma en que acababa de reaccionar. Claro, quiso decir cada palabra, pero se sintió mal por la forma en que había salido. Dejó escapar un suspiro y esperó a que Lydia dijera algo. Pero no lo hizo.

—Lo siento —Aspen susurró—. No quise que todo eso saliera de la forma en que lo hizo. Tal vez solo guarda los comentarios de 'perra titulada' para la próxima vez —y con eso, Aspen se alejó sin decir una palabra más. Solo entonces se dio cuenta de la completa metida de pata que acababa de cometer.

Stiles todavía estaba allí, de pie al otro lado del pasillo, observando todo.

. . .

—¡Stiles, lo siento! —Aspen jadeó, corriendo tras el chico en medio del estacionamiento. No había dicho una palabra.

—Mira, sé que fui dura con ella, ¡pero me llamó perra titulada! ¿Qué, se suponía que debía dejarla?

Todavía no hay respuesta.

—Está bien, ¿literalmente no vas a hablar conmigo?

Ninguna respuesta.

—¡Muy maduro, Stiles! —Ella gritó, habiendo dejado de perseguirlo. Se quedó allí, en medio del estacionamiento, observando mientras él rebuscaba en sus bolsillos en busca de las llaves. ¿Era la mitad del día escolar y en serio se estaba yendo?

—¿Es eso por lo que estás enojado? —Gritó ella de nuevo después de momentos de silencio.

—De qué estás hablando —Stiles finalmente respondió. Aspen caminó lentamente hacia su jeep.

—Dije, ¿es eso lo que te enoja? ¿Lo qué pasó con Lydia allá atrás? ¿O es otra cosa? —Ella no sabía a dónde iba con esto. Ni un poco.

—Acabas de destrozar por completo a la chica de la que estoy enamorado, Aspen. ¡He intentado decírtelo tantas jodidas veces! ¡Ella no es una mala persona! Pero nunca me escuchas, ¿verdad? —Stiles espetó—. Porque eres terca. Porque si alguien no está de acuerdo con la forma en que tú, Aspen Carter, ves las cosas, ¡eso debe estar equivocado!

—¡No es así! —Aspen chilló.

—¿Oh sí?

—¡Estás jodidamente ciego, Stiles! Tu enamoramiento por ella te impide ver las partes no tan bonitas —Argumentó Aspen—. Jackson no ha sido capaz de quitarme las manos de encima, y ​​ella encuentra una manera de culparme a mí y no a él. ¡Me llamó perra titulada porque no mordí el anzuelo! ¡Por el amor de Dios, Stiles! ¡Ni siquiera sabe tu nombre!