Moondrops

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No hacía mucho...

El Vigilante los odiaba a todos, absolutamente a todos, sí. Odiaba cada cosa que hubiese en ese lugar, cada sitio al que los llevaban, cada criatura que caminara en dos patas, cada cosa hecha en él. Si pudiera tener en sus manos todo ese entorno, para poder destripar, destrozar, arrancar... Pero no podía, y todo quedaba en sueños imposibles, lo cual añadía más rabia creciente en su interior. Cada mirada asesinada dirigida a sus captores no era solo desconfianza, siempre tenía más, mucho más. Si hubiese sabido que acabarían así, se habría esforzado más en apartar lejos a su hermano, le habría exigido al otro que huyera con los niños lejos, muy lejos de donde habían estado, para garantizar que todos bajo su vigilancia estuvieran a salvo... Para que únicamente él fuese el capturado.

Y no pudo, los dos fueron atrapados, porque era un inútil, un mal guardián. Y lo seguiría siendo en aquel lugar. El Cuidador no merecía estar allí encerrado sufriendo las torturas de sus captores, pero el Vigilante sí lo merecía, por fallar en su labor, por no ser capaz de mantenerlos a todos a salvo, merecía ser castigado.

... Sin embargo, las cosas de repente empezaron a mejorar. Un poco, algo, lo suficiente. Incluso él debía reconocerlo cuando pudo notar los cambios en su cuerpo, su antigua fuerza y el color de sus escamas regresando. Comían mejor, ya no había una sensación horrible de vacío en su interior hasta el punto de ser doloroso, lo cual los había irritado constantemente.

Podía ver el cambio también en el comportamiento de su hermano, cómo sus aletas se movían con más ánimo, cómo dejaba poco a poco de rascarse hasta el punto de herirse a sí mismo, su estrés y nerviosismo disminuyendo lentamente, permitiéndole salir de un estado constantemente ansioso, molesto y aterrado que parecía haberse vuelto su nueva naturaleza. Era un alivio bienvenido, volver a ver un poco del verdadero Cuidador, al menos hasta que este pareció recuperar uno de sus (malos) hábitos más destacables: Socializar.

"Detén eso, hermano." Intentaba transmitir a través de las vibraciones con sus gruñidos cada vez que el Cuidador se mostraba demasiado curioso hacia el terrestre sonriente. "¡No son amigos! No confíes..."

Cierto era, aunque comiesen mejor, y ese extraño ser terrenal sonriente los cuidara como ellos a sus niños, eso no le sería suficiente para que el Vigilante bajara sus defensas. Su hermano tampoco debería. Pero no parecía querer hacer caso. Demasiado amigable, amable, descuidado... Tener las tripas llenas no significaba que debían tratarlos bien. ¡No les debían NADA! ¡Ellos eran los enemigos! ¡Secuestradores hostiles, crueles! Estaban ahí encerrados por su entera culpa, ¡NUNCA DEBÍAN OLVIDARLO!

Y, a pesar de todo, con "Doc" todo fue, se sintió... diferente, de alguna forma. Cuando ambos empezaron a mejorar y dejaron de ser torturados, su hermano empezó a transmitirle sus buenas impresiones sobre aquel terrestre que golpeó al torturador. No importaba cuánto el tritón azul le pidiera que dejara de hacerlo. El Cuidador afirmaba sentir un espíritu gentil, amable, protector. El Vigilante no lo creía, o más bien, no quería creerlo, se negaba a pensar cualquier cosa buena de ellos, o de otros terrestres.

Al principio, ignoró las percepciones del tritón naranja, manteniéndose siempre atento y agresivo ante cualquier movimiento del nuevo odioso y sonriente ser de bata blanca, pues, al igual que la mayoría, también reaccionaba con miedo a sus amenazas físicas, sus intentos de ejercer dominancia mostraron frutos al principio, y eso le alegraba al Vigilante. Su hermano lo permitió estar un tiempo, pues ambos sabían muy bien cuál era el trabajo del Vigilante: Protegerlos.

Y, aun así, el Cuidador se comportaba cada vez menos cauteloso, causando irritación en el Vigilante. Por ello, decidió que no se rendiría, seguiría actuando como lo hacía. Mientras su hermano se acercaba cada vez más al ser sonriente, DEMASIADO para su propio gusto, él optaba por mantener la actitud agresiva para que todos los demás siguieran alejados. No quería interactuar con nadie de ese sitio, no... Todos eran sus enemigos. El mundo que ahora lo rodeaba era su enemigo. Y debía recordarlo por él mismo, y por su hermano, todo lo que habían perdido, lo que les arrebataron. Él cargaría con el peso de la venganza de ambos si así debía ser...

The Sea Jesters Are Real Science! [SPANISH] [Sundrop x Lectora x Moondrop]Where stories live. Discover now