Capítulo 33

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33.- "Pijamada y leyenda"

Ya habían pasado dos días desde que Isaac llegó, su relación con Kate seguía siendo igual de grande

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Ya habían pasado dos días desde que Isaac llegó, su relación con Kate seguía siendo igual de grande. Jasper había aceptado esto sobre el lazo que tienen, todos lo tomaron como parte de la familia, incluso Rosalie por más raro que parezca.

Tal parece que su tío favorito de Kate y Ness, era Emmett, era como ellas en cierto punto, era como un niño atrapado en el cuerpo de un adulto. El era como la mente maestra de todas sus travesuras, incluso de las que hacía con Jasper y Edward, aunque no parezca, Edward, a parte de su lado de padre, también puede divertirse.

Hoy era un día especial, para Emmett,  aunque ciertamente para el todos los días son especiales, hoy haría una pijamada con sus dos sobrinas; milagrosamente Rosalie lo había dejado, siempre le decía que era muy brusco como para jugar con las niñas.

«Flashback»

—¿Seguras que si me dejara? - Preguntó el mayor.

—Claro que si tío, no tienes de que preocuparte, la Tía Rose está de buenas, es tu momento - Contestó Ness empujando a Emmett hacia el cuarto que compartía con Rose.

—Nonono, Por que tengo que ir yo y no Kate - se quejo agarrándose del marco de la puerta.

—Como si yo fuera a la que no le han dado permiso, anda tu tío yo ya me enfrente a mi mamá para pedir permiso... Cosa que a duras penas conseguí - Kate coloco una de sus manos a su cadera y la otra lo puso en su frente dramatizando.

—Kate si tu le pides permiso a Rose, les presto a ti y a Ness dinero para que compren ese extraterrestre - Si, una de las cosas buenas que hacía Emmett era chantajear a la gente.

—Primero que nada tío no es un extraterrestre, es un Beby Yoda y segundo, con gusto le pido tu permiso, dejamelo a mi - Kate avanzó hacia el cuarto de Rose estirando sus deditos.

Kate entró corriendo al cuarto de Rose y se coloco enfrente de ella con la cara sería.

—Buenos días tía Rose - Kate saludo a su tía haciendo una pequeña reverencia —La he venido a molestar, para hacerle una simple preguntita y saber si...

—Kate, cariño esta bien, si le doy permiso a Emmett de que vaya a su pijamada - si algo a lo que no se resistía Rose, era a que la niña use sus vestidos que ella le escogía y más si su manera de hablar fuera como lo hacían hace tiempo atrás.

—Gracias al altísimo, adiós tía Rose - Rose vio como Kate se iba dando pequeños saltitos, le recuerda mucho a Alice, si no supiera que es hija de Bella, juraría que su mamá biológica es Alice.

—Viste tío como lo hice, ahora nos debes mucho dinero - dijo colocándose los lentes de sol que le había prestado a su papá.

«Fin del flashback»

¿Y que vamos hacer? - preguntó Ness sentándose en el suelo que estaba cubierto con sábanas.

—No se, ¿Qué se hace en las pijamas? - Kate le preguntó a sí tío quien les había dicho que había estado en varias pijamadas.

—Pues con Jasper y Edward siempre salíamos a cazar ani...

—No vamos a salir a casar tío - Ness en chino los ojos viendo acusatoriamente a Emmett.

—Cuéntanos una historia de terror Tío, de esas que escuchaste cuando fuiste a México con la tía Rose. - Pidió Kate acomodándose entre las sábanas.

—Les voy a contar sobre la chechona, perdón, la llorona - dijo acordándose del nombre.

El único mal de los vampiros era que escuchaban todo y jamás dormían, para ese entonces Jasper, Edward y Isaac habían escuchado sobre la historia que Emmett estaba a punto de contar, así ideando un plan macabro.

—Cuenta la leyenda, no yo, que existía una hermosa mujer de cabello largo vestida de color blanco que tenía 3 hijos...

Segun la leyenda, La Llorona es una mujer que deambula por las calles de la Ciudad de México en busca de sus hijos, a los que ella misma asesinó durante una noche, ahogandolos en un río, dicen que siempre cruza por los lugares donde siempre iba.

Muchos dicen que la han escuchado pasar llorando mientras grita: ¡Ay mis hijos! mientras arrastra unas cadenas.

La llorona es un alma en pena que está en busca de sus hijos que según ella cree que están "perdidos", dicen que la Llorona se lleva a los niños que se duermen tarde y los reconoce como sus hijos así llevandoselos lejos de su familia para jamás verlos de nuevo.

—... Y así es como la llorona nació, aunque eso solo pasa en la Ciudad de México... - Tal vez Emmett no debió de contar la historia, en estos momentos los tres se estaban mirando a los ojos.

A las afueras del cuarto donde estaban se podía escuchar como se acercaba alguien con cadenas, por el marco de la puerta se veía como cruzaba alguien con el vestido blanco y con el pelo largo hasta el piso, en unas de las vueltas de esa "persona" se escucho como gritaba:

¡Ay mis hijos!
¡Ay mis hijos!
¡Ay mis hijos¡

Cada vez que gritaba sacudía de una manera frenética las cadenas y empezaban a golpear la puerta demasiadas veces hasta el punto de tener a los tres abrazados, de la nada los gritos cesaron, el sonido de las cadenas se fue, simplemente esa persona se encontraba parada en la puerta.

De un golpe la puerta se abrió y grito fuertemente: ¡Ay mis hijos!

Las tres personas del cuarto gritaron a más no poder y se lanzaron sobre esa persona pegándole con las almohadas para después salir corriendo hacia el cuarto de Rose, quien para ellos, era la más fuerte y su instinto materno y sobreprotector no permitiría que la llorona se los lleve. Para ellos, Rose lucharía con uñas y dientes para que no los alejen de ella.

Del otro lado del pasillo se escuchaban las risas de Jasper y Edward, riéndose de Isaac por cómo lo apachurraron y lo dejaron como gusano aplastado.

De la nada salieron unas enojadas esposas y una enojada Esme y los dos se callaron bajo la atenta mirada de las tres mujeres y como si no fuera poco, casi se hacen del baño al ver a Rosalie casi sacar humo por las orejas por haber asustado a sus sobrinas y a su querido y tierno esposo.

—Esto merece un castigo - objeto Rose hacia Esme, quien veía seriamente a los tres chicos.

—Y claro que lo tendrá - Alice le lanzó una mirada a Jasper de "hoy y siempre duermes en el sillón" lo mismo para Edward y para Isaac, no hay nada peor que obligarlo a bañarse y a dormir en el sillón.

A ese punto la matriarca del Clan Denali se preguntaba si tenían suficientes sillones para los chicos. Los tres chicos caminaban con la cabeza baja a excepción de Isaac quien se iba con una sonrisa alegre y una peluca que le llegaba hasta el piso y con la cara toda maquillada de blanco como su vestido mientras cargaba un montón de cadenas.

Las cuatro mujeres se preguntaban como y de donde habían sacado todo eso...

                                                  19/07/2022


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