One Week [#1]

다섯 ; cinco

La tarde en el parque de diversiones había sido divertida. Jungkook aún tenía muchas ganas de seguir subiéndose a los juegos pero ya habían probado todas las acciones. El día se había puesto caluroso de un momento a otro y el mayor se le ocurrió una idea estupenda a última hora.

— ¿A donde vamos? —Lisa lo seguía sin quejarse, pero le gustaría saber a dónde iban y con qué fin.

— Al supermercado.

Okey. Eso fué raro.

Lisa arrugó su nariz sin entender y cuando ambos se adentraron al gran lugar, solo se quedó pensando en que demonios estaban haciendo ahí.

— Haremos un picnic —Jungkook la miró sonriente—. Quiero mostrarte un lugar.

Con la cabeza asintió, caminando al lado del chico sin saber que hacer o decir. Se sentía así como cuando era una niña y sus padres la llevaban al supermercado, tenía que mirar y no tocar nada. Y aún le seguía dando vergüenza el pedir algo.

— ¿Te gusta el helado? —Jungkook tomó unas bolsas de frituras y las metió al carrito. Lisa lo observó con atención, cada movimiento, cada gesto.

— Si.

— ¿Cuál es tu sabor favorito?

— Es raro —la respuesta dejó a Jungkook con la cabeza pensando—. Es decir, a nadie le gusta y... No lo sé, es algo así como la menta con chocolate.

— ¡Hey! —el chico soltó ofendido—. A mí me gusta.

— Uh- —Lisa sonrió—. Bueno, a mí y a muchas personas no nos gusta. ¡Es como si estuvieras comiendo pasta para dientes!

Jungkook chilló.

— ¡Oye!

A estas alturas a ninguno le importaba que tan alto hablaban. No hasta que miraron de reojo a un hombre mirarlos atentamente.

Estaban haciendo un escándalo.

— Como sea, ¿Por qué preguntas? —la rubia habló buscando cambiarle el rumbo a la conversación.

— Porque llevaré frituras y quería llevar algo dulce y helados. ¿Te gusta la idea? —cuando Lisa asintió con la cabeza, Jungkook le sonrió—. Entonces dime, ¿Cuál es el sabor de tu helado favorito?

— El de caramelo.

Jungkook se le quedó mirando a los ojos, la muchacha desvió su vista hacia el otro lado un poco incómoda.

— ¿A tí también te gusta?

Cuándo el casi susurro se logró escuchar, Lisa dió media vuelta y lo miró directamente a los ojos, sonriendo emocionada y con las mejillas rojizas.

— ¿También te gusta? —el mayor asintió con su cabeza—. Wow.

El resto del transcurso fué comprar chucherías, buscar el auto y Jungkook tomó rumbo hacia el siguiente destino.