—Mira la diversión, Annie —me dice y aunque me de vergüenza no puedo evitar dirigir mis ojos hacia esos empleados que comienzan a desvestirse.

La curiosidad me inunda todo el sistema.

Me aclaro la cargante por lo bajo y observo como la chica se quita el sujetador para después mirar como el chico se deshacía de sus pantalones junto sus bóxers dejando expuesto su miembro.

Miro a Dereck que no para de verme, como si quisiera captar cada facción de mi cara, cada gesto, cada expresión.

Mis ojos regresan a ellos; los empleados, y cuando la chica se acerca al guardia ojos de gato trago saliva. Comienzan a besarse casi tragándose el alma, el chico no para de masacrar su trasero con sus manos mientras la chica lo masturba suavemente.

Se separan y  él desciende sus besos hasta llegar a sus pechos y comenzar a magrearlos y a chuparlos mientras ésta comenzaba a gemir sin dar tregua.

Mis ojos iban de vez en cuando hacía Dereck que no me quitaba los ojos de encima así que apartaba la mirada de él regresándola a los empleados.

La chica serpiente se tiro al piso abierta de piernas, el chico se arrodilló y comenzó a darle lengüetazos a su coño húmedo para después darle palmadas en su zona que hacían sobresaltar a la chica que no paraba de gemir como loca.

El chico levantó la mirada y me vio mientras le chupa el coño a ella, la chica levantó la mirada y mientras entreabría sus labios no paraba de verme. Joder, me veían, me veían como los veía y me sentí una cochina por seguir viéndolos sin apartar la mirada.

Cuando la chica llegó a su orgasmo apunta de lamidas creí que la tortura se había acabado pero no.

La chica se puso de pie para luego inclinar su espalda dejando su culo frente a mi, él se fue detrás de ella cuando me tapó la visión se pusieron a medio lado.

Le escupió el coño para después penetrarla de sopetón.

Cuando siento que algo vibra dentro de mi se me van los ojos y muerdo mi labio inferior.

—¿Que... qué haces? —le digo agobiada del placer.

—Quiero que te masturbes viéndolos —me ordena y me niego a hacerlo pero cuando le sube la potencia y me hace aguantar un gemido para después apagarlo la frustración me llena otra vez.

Y recuerdo que eso estaba haciendo desde un principio quitándome la frustración. Que más da como sea, si es o no es orden suya, me desharé de la frustración que me está agobiando.

Levantó mis pies y los dejo a cada lado del sillón para después quitarme las bragas.

—Lánzamelas  —dudo mientras las empuñó en mi mano.

De repente siento un tirón para después ver como son arrebatadas de mis dedos, me acaba de quitar las bragas con sus poderes, cuando las tiene entre sus dedos se las lleva directamente a la nariz haciéndome estremecer.

Lo ignoro, me levanto la falda dejando a la vista mi coño, me lo miro y noto que esta súper mojado y cuando pasó mis dedos por los pliegues me lo confirma.

Suelto un suspiro y comienzo a follar mi clitoris y está tan hinchado y preparado que solo cierro los ojos disfrutando.

—Tus ojos a ellos —escucho la voz de Dereck.

Los abro y así medio ida por el placer los comienzo a observar, cada movimiento, cada tirón, apretón y jalón que le da el chico, sin piedad la toma dándole todo, mi cuerpo frustrado se deleita tanto que no creo aguantar más, pero mi lado masoquista me lleva a retirar mi dedo de mi clitoris y a páseselo por mis pliegues solo para que este momento de placer dure más.

MI PERVERSO REY DEMONIO [#3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora