Capítulo 7; Familia

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Sarah:


Río, hacía tiempo que no lo hacía. Cuando la canción para, siento que necesito más.

—Deberíamos comer algo.— dice Megan y bueno la verdad es que no me había dado cuenta de que me moría de hambre.

Todo el mundo se mete en la cocina. Admito que me gustaba que hubiera tanta gente en casa. Miro a Cessi que mira unas hojas en la mesita de las analíticas, su cara se compunge.

Me acerco, pero enseguida esconde las hojas. Frunzo el ceño y se las quito de las manos. En vez de información típica de analítica leo resultados genéticos. ¿Pero... qué?

Megan y Marlene compatibilidad. Zack y Sarah compatibilidad. No compatibilidad genética... 

Zack y yo no tenemos compatibilidad con nuestras hermanas. Paro de leer, mis manos tiemblan. Megan sale de la cocina riéndose, una pizza en su mano. Me mira.

—¿Qué...

—¿No somos hermanos?— la frase sale de mi boca en un sollozo.

Megan traga grueso y luego me quita el papel de la mano.

—Marlene, ven.

Marlene también aparece y nos mira extrañadas hasta que algo parece cuadrar en su cabeza.

—¿Qué me habéis ocultado?— digo atónita.

Los demás también aparecen. Liam, al ver que mis hermanas no reaccionan... bueno ¿hermanas?, habla.

—Marlene tuvo un sueño, un recuerdo del cual no distinguía si fue real. Tu madre le dijo que...

—Que no somos hermanos. Han pasado casi siete años desde el accidente.— le reclamo a Marlene mirándola.

—No lo recordé hasta la noche de la boda de Megan.— dice angustiada.

—¿Se te fue de la mente? ¿O simplemente lo omitiste como decir que estabas viva?

—Sarah.— Megan siempre echándome la bronca como si fuera mamá.

—No estuviste en ese avión. No sabes lo que es sentir que la muerte te espera a la vuelta de la esquina. Después del accidente solo recordaba las escenas y los sentimientos que sentí, pero todo estaba en silencio en esos recuerdos. Se llama síndrome postraumático.

—¿Y qué síndrome tenéis para hacer una analítica y no decir que es para una prueba genética?

—No estaba segura de que me lo hubiera dicho de verdad.

—Intentábamos protegeros. Que no sufrierais si no era verdad.— Megan va a tocar mi brazo pero me aparto.

—¿Entonces quienes son mis padres...?— digo con un hilo de voz.

—Matteo se encargará de eso.— dice Marlene echándole una mirada rápida.

—Zack también lo debe saber... Vosotras sabréis...— no digo nada más y salgo.

Camino hacia la sala de entrenamientos. Noto mis mejillas húmedas. Que imbécil soy.

Me detengo en el saco del boxeo y lo golpeo sin tino.

TÚ Y YO,  UNA VEZ MÁSKde žijí příběhy. Začni objevovat