Tomé aire, pensando en un nombre. —No se... pero me gusta Milo—

—¿Milo?— Preguntó Jughead, mirándome con una ceja alzada y encogiéndose de hombros. —Está bien. Es tu perro ahora—

—Entonces ahora tu nombre es Milo, pequeño travieso— Le dije a mi perro, mirándolo. Así es... es mi perro.

Aún así noté la forma en la que Jug me miraba mientras acariciaba al perro y hasta me incomodaba un poco, pero era una tensión que yo ya conozco.

—No tiene collar. ¿Sabes? Podemos ir con un señor que hace collares para mascotas con su nombre y el número de teléfono del dueño. Está a un salto de aquí y puedes dejar el auto en el estacionamiento— Me sugirió Jughead.

Yo lo miré a él y luego al perro. —¿Estas diciendo que quieres ir conmigo?— Le pregunté.

—Claro. Bueno... solo si tú quieres. El tipo es amigo mío— Contestó ese ojiazul. —¿Que me dices?—

—Bueno...— Suspiré. —Pero que sea rápido—

—Bien... te ayudaré con tus compras— Se ofreció, llevando mi carrito junto al suyo. El de él no iba muy lleno.

Pagué todo lo que compré y entonces Jughead me ayudó a meter todas las compras al auto. Luego guardó las suyas y nos quedamos ahí, en es estacionamiento frente al supermercado, mirándonos.

—Pues vamos— Le dije a Jughead, porque él solamente se quedó mirándome sin decir nada.

—Vamos— Invitó él, empezando a caminar. —Sígueme. Se en donde es—

Me mantuve en silencio por un momento hasta que hablé mientras caminaba al lado de Jug con Milo en mis brazos. —¿Por qué haces todo esto?—

—¿Hacer que?— Me preguntó el, mirándome mientras caminaba a mi lado.

—Todo lo que estas haciendo hasta ahora. Es como si de verdad te interesara arreglar las cosas cuando antes me ignorabas y te daba igual si yo te hablaba o no— Le respondí, mirándolo.

Él tomó aire. —Betty... antes era extremadamente tímido. Me gustaba estar solo y era bastante inmaduro. Pero entendí que mi actitud no me llevaría a ningún lado. Cuando nos encontramos en la fiesta de ex alumnos me di cuenta de todo el daño que te hice cuando me ayudaste muchísimo. Lo siento, Betts—

Yo le sonreí. —Veras... no te quería perdonar pero veo que no iré a ningún lado así y no es justo vivir con eso. Además... parece que de verdad estas arrepentido porque tus hechos me lo demuestran—

Inmediatamente una gran sonrisa se formó en su rostro y casi gritó de la emoción. —¡Me perdonaste!—

—Tranquilo amigo. Lo hice porque no quiero vivir siendo tu enemiga— Me justifiqué.

Él sonrió y así llegamos hacia el pequeño negocio del señor amigo de Jughead. Fabricó el collar de mi pequeño Milo. Un collar de color rojo.

Ese collar le quedaba precioso. Se lo puse, no tuve que pagarle a ese amable señor y salí de ahí con Jughead hasta que llegamos al estacionamiento del supermercado.

—Muchas gracias, Jughead— Le agradecí mientras acariciaba a mi perro.

—No fue nada. Gracias a ti por perdonar a este pobre idiota— Respondió Jughead, divertido. —Y al parecer ahora este perro nos vincula—

—¿Milo nos vincula?— Pregunté. —¿Por qué?—

—Prácticamente adoptamos a un perro juntos, si lo piensas así— Me contestó, soltando una pequeña risa.

Yo reí levemente y negué con la cabeza. —Nos vemos luego. Milo y yo ya nos vamos—

—Hasta luego Betts— Se despidió Jughead, dándome la espalda para luego dirigirse a su auto.

Él subió a su auto, se fue y yo hice lo mismo, con mi pequeño cachorro adorable. Él quedarme con este perro me llenó de un sentimiento muy lindo hacia el.

Pero... ¿Y que hay de Jughead? ¿Debo dejarlo entrar a mi vida otra vez?


 ¿Y que hay de Jughead? ¿Debo dejarlo entrar a mi vida otra vez?

Ups! Gambar ini tidak mengikuti Pedoman Konten kami. Untuk melanjutkan publikasi, hapuslah gambar ini atau unggah gambar lain.


¿Lo dejará entrar en su vida? 👀

¿Ustedes quieren o no quieren que Jug entre a la vida de Betty otra vez?

Samy ❤️

•Crush• 'Bughead' Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang