Wildest Dreams (MacaoChay's version)

La primera clase

Chay

Cuando terminé de cantar y salí de la inmersión de mis sentimientos lo primero que vi fue un chico alto, joven, de cabello negro con la mira fija en mí,  parecía sumergido en sus pensamientos, tal vez estaba un poco conmovido.

- Hola, ¿Quién eres tú?- pregunté.

El chico pareció recobrar la compostura en cuanto escuchó mi voz, se aclaró la garganta dispuesto a contestar mi pregunta, pero antes de poder abrir la boca Tankhun gritó.

- ¿Cómo entraste aquí? Sal ahora mismo, no dejaré que lleves a Chay a ningún lado, no permitiré que lo alejes de mi- gritó mientras aventaba a todo lo que encontraba a su alcance hacia el chico alto, quién esquivaba todo con una cara de cansancio.

- Pol trae una soga, Arm sujeta a Macao, debemos sacarlo de aquí- gritó Tankhun mientras se paraba frente a mi para protegerme.

- Señor, Porsche dijo que Chay debía ir con el joven Macao o no permitiría que Chay viera más series con usted- dijo Arm

- Sabemos como es Porsche, el lo haría señor- recalcó Pol

- No tengo tiempo para esto, debo regresar con Vegas al hospital lo antes posible, ¿podrías dejar que el chico tome las clases? No tardaremos mucho- dijo el chico, quien parecía no tener ganas de pelear con Tankhun.

- Bien, dejaré que vaya, solo una hora. Pol vigila la puerta del gimnasio, no permitan que se lo lleve de casa - dijo Tankhun.

El chico me volteó a ver y señalo la puerta con su cabeza, así que me aparte de Tankhun y lo seguí con Pol atrás de mí. En cuanto entramos al gimnasio volteó hacia mi y señalo los vestidores.

-Necesitas otra ropa para entrenar, ve a cambiarte- dijo

Yo no tenía ropa guardada en los vestidores, pero el casillero de Porsche aún tenía ropa limpia de cuando venía a entrenar, me quedaba algo grande pero funcionaba. Me apresuré a cambiarme y alistarme y salí rápidamente. El chico estaba parado a lado de una máquina de ejercicio, parecía un poco impaciente así que me apresure a su lado. 

-Mmm, hace un rato me presenté correctamente, soy Macao el... era hijo menor de la segunda familia, pero creo que ahora lo eres tu- dijo algo incomodo.

- Hola, soy Porschay hermano, me puedes llamar Chay- le dije con una sonrisa tratando de aligerar el ambiente- Es un gusto conocerte Macao

Al parecer mi sonrisa funcionó pues Macao levanto ligeramente la comisura de sus labios y relajo su postura. 

-Bien, primero calentemos un poco, te puedes lastimar si no lo hacemos, corre diez vueltas en la pista- dijo mientras señalaba un lugar amplio.

Macao

Mientras Chay corría por la pista no puede evitar mirarlo, sus mejillas están un poco coloradas por el ejercicio, sonreía cada me veía, parecía una persona cálida y alegre, me preguntó qué habrá pasado para que aquél chico cantara aquella canción con tal sentimiento. En cuanto termino se acerco a mi.

-Listo, ¿Qué sigue?- preguntó.

-Haremos estiramientos sigue mi ejemplo- respondí.

Le explique un par de ejercicio de calentamiento y le ayudé a tomar las posturas correctas, trataba de no tocarlo demasiado para no ponerlo incomodo.

- Ahora practiquemos un poco los golpes, toma un par de guantes del rincón.- dije.

Chay siguió mis indicaciones y se sentó en una banca mientras trataba de colocarse un par de guantes del tamaño incorrecto, así que me acerque a ayudarle. Tomé un par de vendas y las dejé a su lado, después agarré su mano con cuidado y la envolví en una venda, su mano era cálida, pequeña pero con dedos lo suficientemente largos, tenía un par de cicatrices pequeñas, tal vez causadas por tocar algún instrumento. Cuando terminé de vendar su mano coloqué un guante del tamaño correcto y repetí el procedimiento con la otra, estaba tan concentrado vendando y admirando sus manos que no me di cuenta de lo cercanas que estaban nuestras caras hasta que alcé la vista y me encontré directamente con sus ojos, los cuales de cerca se veían tan profundos que podría caer en ellos. Sus mejillas se estaban tornando rojas y pude sentir que las mías también, así que me alejé inmediatamente para no incomodarle ni exponerme a mi mismo.