Las clases particulares

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Macao

No había dejado el hospital en semanas, desde que internaron a Vegas por las heridas de bala causadas en el combate familiar no me atrevía a dejarlo solo. Pete y yo nos habíamos estado turnando para ir a casa a bañarnos y comer algo, sin dejar solo a mi hermano, sin embargo, nuestras salidas, individuales, de la habitación nunca duraban más de 1 hora, creo que ambos compartíamos el miedo de alejarnos de Vegas. El día que recibí la noticia de la muerte de mi padre y la condición crítica de Vegas sentí la más desoladora soledad, en ese momento pensé que mi mundo se había acabado, que no me quedaba nadie ni nada, pero cuando Pete se acercó a hablar conmigo y a consolarme esa sensación disminuyó considerablemente, me sentía realmente apoyado por él. Con el paso de estas semanas ambos nos hemos hecho cercanos y debo decir que estoy agradecido con Vegas por haberme dado un cuñado tan grandioso y agradable.

Los días en el hospital eran monótonos, por ello pasaba la mayor parte del tiempo durmiendo, lo cual no me molestaba en absoluto, sin embargo, Pete y Vegas parecían algo inquietos por mi presencia, en especial Pete quien había hablado conmigo sobre salir y tomar aire fresco, tratar de socializar con personas de mi edad y dejar un rato el ambiente pesado del hospital. Sabía que Pete se preocupaba mucho por mí, pero en ese momento no alejarme de Vegas, tenía miedo de que algo le pasara si no estaba cerca de él. Hablé con Pete sobre ello y dejó el tema por un par de días más, hasta hoy.

Por la mañana todo estuvo igual que los días pasados, Pete y yo comimos algo que él había comprado en la tienda de abajo, mientras Vegas estaba siendo revisado por el médico, sin embargo, en cuanto el doctor salió de la habitación Vegas y Pete me miraron con una cara sospechosa, el primero en hablar fue mi hermano:

- Mañana cumplo 4 semanas internado, el doctor a dicho que en mi estado actual ya no corro peligro, creo que es momento de que vuelvas a casa por más de una hora al día.- dijo.

- Nos preocupa tu situación actual Macao, no has salido de esta habitación para otra cosa que comer o bañarte, necesitas un poco de aire fresco, este ambiente no es adecuado para ti- expresó Pete.

- No quiero regresar a una casa sola, ya habíamos hablado de ello, no pienso irme de aquí hasta que Vegas salga del hospital- dije con algo de enojo y miedo. Sinceramente volver a una casa desolada y vacía no era lo que más quería en este momento.

- Entendemos eso y no te vamos a obligar a dormir solo en casa, pero tampoco vamos a dejar que pases toda la tarde encerrado aquí- dijo Vegas. Por alguna razón el rumbo de esta conversación no me estaba gustando nada.

- Porsche tiene un hermano menor que al parecer no la está pasando muy bien, tal vez lo conozcas se llama Porschay, iba a la misma escuela que tu. Hablé con Porsche y ambos creemos que puede ser una buena idea que se conozcan, al principio no le encantaba la idea porque quería que Chay se mantuviera lo más alejado posible del mundo, tu sabes, de la mafia, pero Chay ya es parte de él, desde que está viviendo en casa de la familia principal y ahora que Porsche está más involucrado....- dijo mi cuñado.

- Porsche quiere que convivas con Chay y lo enseñes a defenderse, puedes hacer eso por las tardes para distraerte- dijo mi hermano.

- Supongo que no me puedo negar, ¿cierto?

- Claro, pero la otra opción es ir todos los días al templo a orar- respondió Vegas.

- Está bien, mañana iniciaré con las clases del chico- acepté de mala gana.

- De hecho, comienzas hoy, a las doce debes estar en la casa de la familia principal, será mejor que vayas a casa a tomar una ducha o no llegaras a tiempo - resaltó Vegas.

- Maldita sea de verdad les urgía sacarme de aquí- dije antes de salir del cuarto para ir a la casa a alistarme.

Chay

Wildest Dreams (MacaoChay's version)Where stories live. Discover now