Twisted Wonderland One-shots

Leona Kingscholar

Pedido anónimo: no está... Sad, pero será mejor que se preparen.

Espero os guste, lamento si está muy largo.

No hay lugar como el hogar

Las vacaciones de verano han comenzado y cada estudiante en los recónditos dormitorios de NRC ha echo sus maletas para huir de la escuela.
Para un estudiante, aprovechar cada hora posible del vacaciones en crucial... Incluso para personas tan holgazanes como Leona, sin embargo el león de pelaje caoba tiene una idea muy difieren sobre como pasar el verano.

Leona estiró la cola, curvando su espalda y columna vertebral mientras estiraba, buscando de nuevo la mejor posición para volver a dormir.

-¿Te estoy aplastando?

-No, estoy bien. Eres cálido -te remueves bajo su pecho, él te cubre como un manta.

Tu cabeza encontró destino en el espacio de su cuello, sus manos escurridizas, pero respetuosas emboscaron tus caderas y omóplatos; sin embargo esa paz que habían logrado conseguir de rompería pronto. Quizás demasiado pronto.

Por primera vez en sus años de escuela tenía un motivo preciado y valioso para excusar el no querer aparecerse en casa durante el verano, detestaba tener que ir a un lugar donde únicamente era juzgado. De todos modos pasaría los días en su habitación, a menos que tuviera que hacer diligencias como segundo príncipe... Cenad absurdas, rigurosos paseos, cosas absurdas que a el como un "príncipe que jamás será rey" no le conciernen.

-Disculpa, ¿sabes cuál es la habitación de mi tío?

-¿Hablas de Kingscholar?-preguntó extrañado el rezagado estudiante de Octanville.

Tengo que decir, que no hay un solo estudiante de la savanaclaw que no conozco al menor.

La pequeña criatura de cabellos naranjas, orejas coquetas y carisma curioso corría a cuatro patas por el dormitorio de los híbridos. Portando una inocente sonrisa radiante, esperaba encontrando a su amado tío y comunicarle lo que su padre le había dicho, afirmando que era una tarea súper importante que únicamente él podía cumplir.

Aunque en realidad, Faena sabía que es el miembro de la familia más capaz de exasperar a su hermano.

-Tío, tío, tío ¡Tío!-abrió de sopetón la puerta de madera-¡Tío Leona!

La cola de tu novio se erizó, cada vello se puso de punta al captar ese grito tedioso e infantil de su pequeño sobrino. Su sueño de pasar un verano tranquilo contigo, acurrucados y juguetones entre sus brazos se fue a la mierda...oh, control parental, bien, se fue al caño.

-¡Cheka!-saltaste fuera de la cama vestida con una de las camisas del león y un par de bragas.

El menor inclinó la cabeza desconcertado al verte salir disparada como volante de badminton del cúmulo de sabanas donde su tío se removía con notable fastidio y parsimonia.