"La belleza de los pétalos del árbol de cerezo no se comparan con la belleza de la gran artista a la que estas destinada a ser.
Todas las tardes al pasar por ese imponente árbol de cerezos escuchando las melodías que quieres contar con tu violín, e...
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La campa sonó retumbando por todos los pasillos indicando el cambio de clases. El día apenas comenzaba para Izuku que se dirigía a su siguiente aula junto con una de sus amigas.
—Entonces, ¿Bakugo, eh? — su amiga castaña golpeo ligeramente su costado con una enorme en sonrisa en su rostro.
—Basta, deja de molestarme — las mejillas del peli verde se tiñeron de un ligero rosa ante las burlas de su mejor amiga.
El pasillo estaba lleno de estudiantes llenando las paredes de murmullos, risas y gritos de todos por igual, pero entre toda la multitud pudo notar a la cabellera rubia saliendo de su salón.
—Cierra la boca que se te saldrá la baba por verla — Ochako hizo una última broma antes de salir corriendo para no escuchar las quejas del peli verde.
Izuku solo suspiro y rodó los con diversión, su amiga castaña siempre lo molestaría por su amor platónico. La primera vez que vio a Katsuki fue cuando era niño, pudo ver el camión de mudanzas dos casa delante de la suya, Izuku tenía mucha curiosidad de saber quienes eran las personas que se mudaban. No podía negar que se sentía emocionado, tal vez eran nuevos niños que quisieran ser sus amigos y que no lo molestaran.
Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando la segundo campana volvió a sonar, apresurando su paso para llegar a su salón de clases y evitar que le cerraran la puerta en cara, cortesía de los maestros.
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La hora de la salida fue más rápido de lo que espero, perdido en sus pensamientos a cerca de la ceniza y prestarle atención a sus clases el tiempo paso desapercibido. Preparo sus cosas para salir del aula y dirigirse al estudio a practicar un poco antes de ir a casa como solía hacer. Con su vestuario listo para practicar se dirigió a los vestidores y poder cambiarse rápido antes de que llegaran más personas.
El sol se filtraba por el enorme ventanal dejando que los rayos se reflejaran y rebotaran en los espejos iluminando todo el salón haciendo que se viera brilloso. Era una vista que Izuku consideraba hermosa, una escena que le trasmitía tranquilidad y cariño aunque fuera muy sencilla. Dejo su pequeña maleta en el piso cerca de la puerta donde no le estorbara, con sus zapatillas bien puestas, se dispuso a estirar antes de practicar una de sus piezas favoritas.
Cuando termino de calentar tomo el control del estéreo para reproducir la pieza. No podía evitar sentir felicidad y excitación cada que una pieza comenzaba a sonar, en posición comenzó a seguir los pasos practicados, dejando el cuerpo y el alma como si estuviera frente a miles de personas en una de sus presentaciones. La primera vez que vio la interpretación de una pieza de ballet quedo fascinado, los movimientos, los vestuarios y los sentimientos que le transmitieron despertaron una admiración y pasión que el no sabia que fuese posible de sentir a corta edad, desde esa primera vez le manifestó a su madre lo emocionado e increíble que había sido verlos en el escenario.
