2. Summertime Sadness.

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Luke.

El silencio en ese lugar era tal como el de un cementerio por las noches. La única diferencia era que en éste caso el sol se encontraba apenas saliendo, y no era un cementerio, era mi casa.

Mi padre no llegó a dormir anoche, como usualmente.

Mi madre se encontraba internada en el hospital desde hace unos tres días, cuando mi padre realmente exageró con los golpes. Era una tortura lo que se vivía cada día en ese lugar al que jamás podría llamar "hogar".

Esa mañana decidí levantarme temprano para visitar a mi madre en el hospital, y luego asistir a mi primer día de clases en el Colegio Smith. Me dieron de baja en mi vieja preparatoria porque no asistía durante semanas. Al parecer no supieron comprender todos aquellos problemas por los que estaba atravesando.

Esto no me sorprendía del todo. Despertar con la casa vacía, ver como tu familia se destruía poco a poco y darte cuenta de lo solo que estás, era algo de lo que yo estaba acostumbrado.

Odiaba no tener una vida como la de los demás, odiaba ver como todo a mi alrededor se encontraba vacío, odiaba que nadie me comprendiera, y que a nadie le importase si me lastimaba o no.

Muchas veces en el viejo instituto a donde iba las burlas no paraban. Algunos insultos por mi físico, otros por mi "escasa capacidad intelectual" , y otros por el simple hecho de que mis padres no se encontraban en la mejor posición. Otra cosa importante por la que me discriminaban, era por los cortes.

Para ellos, era simplemente una faseta "emo" de la que no se querían contagiar.

Sólo espero que éste día todo esté bien.

Me coloqué una playera de manga larga para ocultar las recientes cicatrices que me había hecho apenas ayer por la noche. Cerré fuerte los ojos cuando la delgada tela de la prenda rozó en mis brazos, aún dolía.

Mis pantalones rotos y mis botas de combate me hacían lucir tal como un vago, pero, uno con estilo.

Salí de la casa a paso lento, en camino al hospital, el cual no se encontraba muy lejos de ahí si tomaba el autobús. Me importaba poco el llegar tarde al instituto, pues mi madre era mucho más importante.

En un rato más me encontraba abriendo la puerta en la habitación número treinta y uno, en donde se encontraba la mujer que me dio la vida. El verla postrada sobre la cama me hacía repudiarme a mí mismo por el simple hecho de no haber impedido que mi padre le hiciera tal cosa.

Se encontraba durmiendo, y aunque no pudiese darle los buenos días, con sólo verla me bastaba. Acaricié una de sus manos mientras paseaba la mirada por aquel lugar tétrico y frío que era la habitación de hospital.

Ella despertó de repente, algo confundida. —Buenos días— susurré para ella, sonriendo. Me correspondió mientras acariciaba levemente mis dedos fríos, que se encontraban sobre la cama.

—anda, necesitas ir al colegio — me dijo débilmente.

—pero...

—nada, yo sé que todo irá mejor — aseguró.

—¿y si... me molestan? 

—tu no tienes nada malo, así que no lo harán. Anímate.

Y a pesar de ser sólo palabras, me habían dado un poco de esperanza.

×

Era la clase de Química y el descanso vendría pronto. Hasta ahora no había intercambiado palabras con nadie más que con la profesora para presentarme. No había recibido algún mal comentario de nadie, por lo que comencé a pensar que quizá éste día no estaría tan mal.

Diez minutos más y la campana sonó. Todos en el salón de clases salieron de inmediato. Tomé mi mochila y salí del aula para ir al baño antes de asistir a la cafetería por mi almuerzo, sólo deseaba no perderme en cualquier momento.

Los sanitarios se encontraban vacíos, entonces entré y remojé mis manos con aquel agua helada mientras me observaba al espejo. Examinaba las enormes ojeras debajo de mis ojos claros cuando alguien entró.

El chico de cabellos teñidos corrió hasta un cubículo, y enseguida pude escuchar como tosía, al parecer vomitando. Me mantuve estático en mi lugar durante los próximos segundos, para luego ver como él salía, tallando sus ojos fuertemente con el dorso de su mano.

Se encontraban hinchados y rojos, por lo que deduje que había estado llorando.

Abrió la llave que se encontraba justo a mi lado y lavó sus pálidas manos. Absorbía por la nariz en repetidas ocasiones, y secaba las solitarias lágrimas que salían repentinamente de sus bellos ojos.

Yo sólo jugaba nervioso con la orilla de mis mangas, pensando en algo qué decirle.

—Ah, ¿te sientes bien?— lo sé, era una pregunta muy estúpida, pero quizá rompería el hielo.

El chico de explosivos cabellos rojos volteó a mirarme durante un segundo, y luego regresó la mirada a sus manos. Asintió.

Entonces, salió del lugar tan rápido como lo vi entrar y desapareció de mi vista.

Enseguida me pregunté, ¿cuál sería su nombre? ¿quién o qué lo habría lastimado para que llorase de tal forma?

¿Se encontraría tan vacío como yo?

Más tarde, me dirigí a la cafetería para comer algo. Entré en la fila del almuerzo, detrás de un chico castaño casi rubio. Volteó a mirarme de arriba a abajo y luego regresó la mirada al frente. Rodé los ojos.

Obtuve por fin mi almuerzo y pasé la mirada por todo el lugar, pensando en donde podía sentarme.

En el fondo había una mesa casi vacía, de no ser por el chico que se encontraba sentado ahí. El mismo con el que me encontré en los baños. 

Me dirigí hasta allá. Me quedé parado al frente y pregunté: —¿Puedo sentarme?

Él asintió.

Lo observé durante un segundo. Sólo se dedicaba a picar el plato de puré con un tenedor, mientras observaba en esa dirección.

—¿Cómo te llamas?

—Michael.

—Yo soy Luke— dije. —¿por qué estás solo?

—Es una larga historia— dijo con una leve sonrisa amarga, sin despegar la mirada de su plato.

Finalmente volteó a mirarme, examinando mi persona con aquellos ojos verdes muy claros. Señaló en mi muñeca izquierda. —Lindas cicatrices— comentó.

No había notado que la manga de mi playera se había levantado un poco. De inmediato cubrí aquella parte expuesta de mi muñeca.

Sus ojos conectaron con los míos. —Creo que no soy el único con problemas.

×

Espero les esté gustando, ya pronto vendrá lo bueno. Sólo esperen. Y tenganme paciencia:( jdiwndidsnd no me odien, yo las amo y agradezco mucho que voten y comenten hdkwndod gracias:D

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