Capítulo 32

2.9K 165 3
                                    

Aitana

Danna se quedó conmigo por lo que quedaba de la noche. Ella dormía pero yo no.

Jackson está libre.

Puede encontrarme.

Puede lastimar a mis amigos.

A Joey.

Ya es de día,.espero que vengan y me dejen volver a casa. Pienso en Kovu y lo extraño.

—Hola—aparece Eda.

—Hola.

—El doctor no puede venir, está en cirujía, pero ya puedo darte el alta.— dice con una sonrisa.

—¿Emocionada?

—Demasiado. Me encanta dar buenas noticias.

No mucho tiempo después estoy subiendo al auto de Ben para regresar a casa.

Bajamos y nos acercamos a la entrada.

—La traumatóloga dijo que el pie, si bien está mejor, no quiere arriesgarse demasiado, por lo que vas a tener que usar un poco más las muletas.

—Lo harán de nuevo, ¿No es así?

—Sip.

—Yo te llevaré las muletas— dice el guardia.

Mis amigos me cargan hasta mi departamento y me llevo una sorpresa cuando Magie está en la puerta.

Oh no, estuvo llorando.

—Bueno, nosotros nos vamos.

—Sí, nos vemos.

Dejan mis muletas y se van. Magie se cuelga en mis brazos y entre lágrimas me dice.

—Se va, Jack se va el mes que viene.

—Oh, tranquila — la abrazo y entramos.

Me cuenta que debe volver a Arizona y que se odia porque se encariñó rápido con él.

—Ten— le extiendo un vaso con agua.

—Perdón, es que....te considero mi amiga, ¿Sabes? En la universidad no las tengo y en el trabajo....soy un poco antisocial.

—Raro, no te tenía así. ¿Qué estudias? Creí que habías terminado la carrera.

—Lo hice— seca sus lágrimas con el pañuelo que le di—, pero estoy haciendo un intensivo allí y...nada... Para colmo mi casa es un caos, no tengo tiempo de limpiar y a veces llego cansada y hago lo que no se debe hacer, esconder la mugre bajo la alfombra, o tirar todo dentro del ropero.

—¿Necesitas ayuda?— me apresuro—, es decir, ahora no puedo hacer mucho, pero, si me permites.

—¿Lo harías?

—Claro.

—¡Ay, si!— se cuelga en mis brazos —, te pagaré, juro que lo haré. Suena su móvil —, es Jack.

—Atiende.

—Es un mensaje, dice que está afuera y no le abro. Nos vemos— me saluda, y se va corriendo cuál adolescente.

—¿Saliste de la cirugía?

—Sí, hoy tengo un día muy largo. Pero nosotros dos tenemos que hablar, y hablar de verdad, no en la cama haciendo tú sabes qué.

Hecho.

—Me desocuparé a finales de mañana.

Nos vemos entonces.


—Que sueñes húmedo y conmigo.

Rio.

—No cambiarás jamás, ¿Verdad?

—No.

Dejo el móvil en la mesa de noche y termino un libro que tenía pendiente.

Lo cierro, definitivamente no puedo concentrarme si Joey está en mis pensamientos.

Lo sopeso unos momentos hasta que al final decido hacerlo.

Si nadie se entera, no veo el problema ni la vergüenza. Es decir.....normal, ¿No?

Vuelvo a tomar mi móvil, busco el vídeo que me envió Joey la otra noche y me quito la parte de abajo de mi ropa. Hundo mis dedos en mi interior y hago los mismos movimientos que la primera vez en lo que observo cómo Joey lo hacía también.

Cuando termino, agarro la muleta, voy al baño y lavo mis manos.

Tiempo después, me siento en el sofá. No tengo apetito,creo que la noticia de Jackson me quitó las ganas de todo.

****

Danna y Ben llegaron hace como unos quince minutos. Tom vino con ellos. Cuando le conté a Danna de dónde conocía a Tom, estuvo llorando como una idiota por cinco minutos agradeciéndole una y otra vez por salvarme.

Y yo era la susceptible.

El móvil me suena. Un mensaje de Magie.

Antes de que se vaya quiero presentártelo. Él también está emocionado por conocer a mi única amiga.

Sonrío ligeramente.

Va a ser un placer

Los chicos se quedaron a dormir. Danna conmigo y Ben en el sofá cama. Tom volvió a su departamento.

Mi móvil suena pasada la media noche.

—¿Estás despierta?

—Ahora sí

—Mira esto

Adjunta un vídeo y lo abro. Mis ojos automáticamente se tornan llorosos. Es mamá.

Hola, tú, eres la culpable de que mi doctor ya no me tenga como su favorita. Pero gracias, porque se lo merece. Espero algún día conocerte, si eres como te describen, estoy segura de que me caerás bien.

No me di cuenta que estaba llorando hasta que Danna toca mis hombros y le muestro el vídeo.

Ella me abraza.

Otro mensaje.

—Mañana, a las once paso por ti, vamos a un bar con mis amigos, quiero presentártelos y no como médicos. Claro, si tú quieres.

—Como digas que no, juro que dejaré de ser tu amiga, andaa— me mueve el brazo—responde.

Me encantaría.

Cien Latidos ✅ [ Libro 1 De La Biologia Cien]Where stories live. Discover now