03: ☹︎Adios calma. Hola, mal humor☹︎

332 34 17
                                    

KeylaJuarez7

Atsushi Nakajima suele caracterizarse por su forma de ser y comportarse con las personas. Pues es alguien amable, pero decidido, sabe ponerse serio cuando el momento lo amerita aún cuando desconfía mucho de sí mismo, su autoestima no es la mejor, mucho menos el control de su propia habilidad, pero cuando sus amigos están en peligro la fuerza, voluntad y determinación que muestra para salvar vidas, es impresionante.

Más, no solo esto es lo que lo hacen una gran persona, si no también, su increíble paciencia, en especial para soportar los arranques que tiene su superior, Osamu Dazai, un ex ejecutivo de la Mafia portuaria.

El punto de toda esta explicación, se centra precisamente en el párrafo anterior, paciencia.

El albino siempre ha sido paciente cuando del castaño se trata, pero esta mañana, parecía ser otro.

Su cabello estaba algo despeinado, no lucia mal, de todas formas era algo extraño, pues no solían observarlo de esa forma y con la cabellera toda mojada.

Apenas se había duchado, y presentía que había sido un baño apresurado por como tenía uno de los tirantes de su pantalón caído a un lado de ese en vez de estar colocado sobre su hombro. También tenía un ligero color rojo que adornaba el párpado inferior de sus ojos, su deslumbrante sonrisa de amabilidad no estaba plasmada en su fisonomía, lucia perdido, tal vez algo serio, no sabría describirlo bien.

Posiblemente era cansancio.

Cansancio, eso sería extraño, todos sabían que debido al horario del orfanato donde antes habitaba, se había acostumbrado a dormirse a las 9 p.m. y despertar a las 5 a.m., por lo que se suponía descansaba bien.

Todos estaban algo confundidos, más tenían ese pequeño conflicto interno sobre si preguntarle o no, pues tampoco deseaban perturbar al menor, menos cuando parecía estar experimentando una horrible jaqueca causada por el castaño que estaba a su lado, hablando de quien sabe que cosas —posibles experiencias de como lo habían rechazado una vez más y lo habrian golpeado numerosas mujeres al proponerles suicidio doble—.

Dazai también había notado a su subordinado y su extraño comportamiento, más había decidido ignorar todo eso, pues sabia que Atsushi no podría enojarse con el solo por pedirle uno que otro favor.

–At-su-shi-kun~ —canturreo de una forma melosa el nombre del más bajo en su oido, sobresaltando al susodicho—.

El albino suspiro, detuvo el apresurado pero meticuloso tecleo en su computadora y fijo toda su atención en el castaño detective que tenia a unos cuantos centímetros de él.

–Si, Dazai-san, ¿necesita algo? —pregunto con amabilidad, más el cansancio en su voz era notorio—.

Ranpo suspiro al saber lo que pasaria, Kunikida quería noquear a Osamu, los Tanizaki estaban siendo ellos mismos, Yosano estaba en la enfermería, por lo que no estaba enterada, y los dos menores, Kenji y Kyoka estaban jugando algo alejados del resto.

Dazai sonrió, esa sonrisa traviesa e inocente que solía hacer cuando estaba por pedir algo y aprovecharse de la disposición de su subordinado.

–¿Me ayudas con este informe? Es que tengo mucha pereza, además note que tu ya estas por terminar lo tuyo —pidió usando ese tono sin vergüenza—. Por favor, solo es uno, te lo juro.

Suplico juntando sus manos para hacer más creíble su actuación, mientras que por otro lado, el menor suspiro y tomo el papel que le habían ofrecido, para volver su vista a su propio papeleo.
El mayor tenía razón, ya estaba por terminar y solo era un informe más, no habría problema.

𝔽𝕠𝕣𝕘𝕖𝕥 𝕞𝕖 𝕟𝕠𝕥 𑁍D̥ͦḁͦz̥ͦḁͦt̥ͦs̥ͦu̥ͦ y̥ͦ C̥ͦh̥ͦu̥ͦu̥ͦḁͦk̥ͦu̥ͦ𑁍Where stories live. Discover now