El rescate y la duda

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Gi Tae llegaba a la casa más adolorido que la vez anterior, el golpe sobre los golpes le habían dolido bastante. Al entrar a casa se dirigió hacia la sala de estar donde encontró a Min Ha llorando en uno de los sillones. Al verlo se puso de pie inmediatamente.

- ¡Oh Dios mío!... ¿que te ocurrió?.

Gi Tae guardo silencio y bajo la mirada...

- Fue Wo Bin ¿verdad?...

- Estaba muy dolido... se sentía traicionado por mi... pero creo que al final lo entendió..

- ¿Por que lo dices?...

- Al final de la pelea me pidió que te hiciera muy feliz...

Min Ha lo abrazo fuertemente...

- Siento mucho hacerte pasar por esto...

- No digas eso.... tu vales cualquier pelea... tu eres todo para mi. A pesar de que dañamos a Wo Bin y a Noh Eul nuestro amor es bueno y yo me voy encargar de cuidarlo siempre...

- Tienes razón, nuestro amor es bueno y jamás ha querido dañar a nadie, a pesar del dolor causado podemos decir tranquilamente que ahora por fin somos libres de vivirlo.

Se besaron con anhelo, estaban solos por lo que decidieron dar rienda a su amor, se fueron a su habitación y llenos de pasión se llevaron de promesas mientras hacían el amor. Esta vez fue distinto, no se sentían como amantes escondidos, está vez eran sólo dos personas que se amaban libremente. Cuando la pasión los hizo culminar a ambos se dejaron caer sobre la cama abrazados, así estuvieron en silencio por unos momentos, parecía mentira que por fin ya pudieran ser felices.

- Gi Tae...¿como te fue con Noh Eul?...

El suspiro fuertemente antes de contestar.

- Fue muy difícil, su cara de tristeza me llegó al alma.

- Pobre...me consta que te amaba mucho.

- Si...quería seguir adelante como si nada hubiera pasado, se negaba a que la dejara. Me hizo sentir como un verdadero canalla y creo que en verdad lo fui.

- No digas eso por favor... - decía Min Ha abrazandolo más fuerte.

- Es la verdad, yo jamás debí acercarme a ella para intentar olvidarte con eso solo logré dañarla.

- ¿Estas seguro que no la amas?... - dijo con miedo al verlo sentir tanta pena por ella.

- La quiero mucho...pero no la amo como te amo a ti, eso no lo dudes - dijo apretandole contra su pecho al sentir la duda de su voz - solo una vez me he enamorado antes, y no se compara a lo que siento por ti, créeme.

- ¿De quien estuviste enamorado?...

- Era una buena muchacha, la conocí siendo una adolescente, se llamaba Mery, fuimos novios por mucho tiempo, pero a ella no le gustaba esta vida, quería que me empapara en lo que era el negocio de su padre pero el hombre no podía verme ni en pintura. Una misión nos hizo viajar por bastante tiempo y cuando volví ella había aceptado la propuesta de matrimonio de un respetable médico...dijo que quería ser una esposa respetada y no la mujer de un delincuente.

- ¿que hiciste cuando te enteraste?...

- Le pregunte si era feliz y me dijo que si...me fui sin hacer reclamos...

- Debió ser muy duro para ti...

- Al principio si...volvía cada noche solo para comprobar que realmente lo era... y pude ver que no mentía. El tiempo fue sanando esa herida, me volví un mujeriego y me prometí a mi mismo no poner los ojos de manera seria en ninguna mujer, no volvería a sufrir nuevamente... hasta que llegó el día que te conocí, el día que nos presentaron me fui del bar y fue la primera que noche que me fui a dormir sin pensar en ella, en mi cabeza rondaban unos tímidos ojos que me miraron asustados la primera vez que le hable.

La mujer del barWhere stories live. Discover now