Netflix. - yeongyu

13

La mirada de Yeonjun estaba centrada en los labios de Beomgyu, observándolo hablar mientras su mente divagaba con una sonrisa en su propia boca, dejando reposar el mentón sobre su mano al haber tomado asiento en la mesa que el pelinegro había escogido. Pensaba en lo difícil que había sido entablar una conversación con él al inicio del día, siquiera pudo mirarle a los ojos cuando le saludó, y todas sus respuestas eran tristes monosílabos que no sostenían ninguna charla.

Pero Yeonjun persistió y al llegar su segundo receso, lo invitó a comer juntos, ambos comprando sus almuerzos en la cafetería del estudio, teniendo que conformarse con la comida precalentada que vendían. A este punto, Beom se había desinhibido con él, hablando y hablando de temas que él mismo sugería a medida que caminaban de regreso al set con sus almuerzos en mano, escogiendo una de las mesas con sombrilla porque el sol era intenso y a Yeonjun en serio le preocupaba que Beomgyu se calentara aunque fuera un poquito.

—¿Qué pediste para comer? —preguntó con esos enormes ojos curiosos observando la cajita de cartón simple que había en las manos de Yeonjun y aún no abría.

—Hamburguesa y papas fritas.

—Oh… —pronunció con un ápice de lástima, bajando la mirada a sus sándwiches de jamón y queso que, le rogó a la chica que lo atendió, para que por favor cortara esos bordes que tanto odiaba. La chica accedió a cambio de un autógrafo.

—Gyu.

—Dime.

No es como que a Yeonjun le gustara tocar temas desagradables, pero necesitaba sacarse la duda.

—Tu novio… ¿viene mañana?

—Hm… sí, eso fue lo que dijo cuando hablamos anoche —respondió dando su primer mordisco al sándwich—, creo que va a quedarse el fin de semana.

Al menos no se quedaría por tanto tiempo, y es que Yeonjun ni siquiera quería que viniera, pero eso ya no dependía de él.

—Entonces, ¿te parece si salimos hoy? —propuso con una sonrisa alegre, batiendo sus pestañas en una expresión que esperaba surtiera efecto en Beom—, sé dónde podemos ir, hay un lugar que quiero que conozcas.

Beomgyu ladeó la cabeza mientras lo pensaba, rascando su brazo cuando comenzó a darle demasiadas vueltas y a encontrar todas las razones para negarse y, de nuevo, rechazar una salida a la que sí quería ir. Pero es que no sabía qué tan bueno sería reunirse con Yeonjun un día antes de la llegada de su novio, y es que su cabeza seguía atormentándole con la culpa que desde esa noche no se había ido.

Hablar con Taehyun luego de ese acontecimiento con Yeonjun, fue un tormento para Beomgyu, no había palabra que pronunciara y no sintiera un inmenso asco hacia sí mismo. Sentía que le mentía, y es que en parte lo hacía, porque seguía actuando normal con su novio, cuando la verdad algo había comenzado a fraccionarse dentro de él y todavía no entendía qué. Taehyun seguía siendo igual, tan tierno y lindo como siempre lo había sido, así que el problema no era él. No… el problema era el mismo.

No podía dejar de odiarse por haber actuado en contra de todos sus principios, y aunque estaba intentando actuar normal con Yeonjun, porque en verdad necesitaba de su compañía. Más allá de los recuerdos que desbloqueaba el ver su rostro, Beomgyu no podía suprimir esa extraña sensación que le pedía a gritos hablar cualquier cosa con Yeonjun, se sentía demasiado bien, demasiado lindo…

Decidió acreditar esa emoción al hecho de que hacía un tiempo no hacía amigos nuevos. Sí, debía ser por eso que se sentía así.

—Gyu ¿te pica mucho el brazo? —preguntó preocupado el menor al ver que no paraba de rascar su piel—. Oh, cielos… no me di cuenta que te daba el sol desde ahí, perdón, mejor toma mi lugar, no-