Se supone que alguien con la fama y responsabilidades que Choi Yeonjun tenía, debe ser alguien comprometido y puntual. Quizás Choi Yeonjun cumplía una de dos, porque ahí estaba, de nuevo contra reloj pidiéndole al chofer que se saltara semáforos en rojo de ser necesario para llegar a tiempo.
Y claro que ahí estaba Hueningkai, viéndole bajar del auto de brazos cruzados y con la lengua entre los dientes para no insultar a un actor famoso frente a las cámaras y fans que lo alaban entre gritos de emoción a las afuera del set.
Pero claro que lo hizo cuando entraron y no hubo entonces cámara que grabara.
—Tú estás de broma ¿no?
—Si te digo que sí, ¿no me darás el remedio de lengua que me veo venir?
—Choi Yeonjun, maldición ¡diez minutos tarde! ¡es la primera sesión de fotos y tú haces esto!
—En fin ¿sabes dónde queda el set?
Girando los ojos abrió la boca para seguir reclamándole, diciéndole que esa manía que tenía por llegar tarde debía cambiarla si no quería que las malas críticas contra él comenzaran. Y así estuvieron todo el trayecto, un alterado chico intentando hacer entrar en razón a uno demasiado despreocupado como para prestarle atención.
Entraron al set antes de darse cuenta, y no fue hasta que Hueningkai se topó con un rostro desagradable para él, que paró con la lluvia de regaños hacia Yeonjun.
—Choi. —Detuvo sus pasos en seco.
—Ah, eres tú —levantando la mirada del celular, le observó de pies a cabeza—, genial.
Beomgyu; quien hasta ahora había estado hablando con lo que sería su director de imagen ese día, miró en dirección a los nuevos y abriendo los ojos como platos, se acercó y disimuladamente haló a Soobin lejos de Hueningkai, queriendo evitar lo inevitable.
—Hey, chicos —saludó con palabras atropelladas, su sonrisa rompiendo quizás un poco la tensión—, ya llegaron, los estábamos esperando.
Entonces se les unió un señor que quizás rozaba los cuarenta. Alto pero no por eso delgado, su piel era de ese color anaranjado que los estadounidenses llamaban bronceado, su cabello rubio y fino simplemente completó esa imagen que tanto pintan en las películas. Sin embargo, un particular estilo de vestir distraía la atención de su color de piel tan caricaturesco.
Sonrió hacia los actores, más específicamente, hacia el recién llegado.
—El famoso Choi Yeonjun al parecer es impuntual —saludó con una gran sonrisa, estrechando la mano con el chico que rió ante su obvia broma no tan broma—. Es un honor conocerte. Bueno, conocerlos, sé por buenas fuentes que además de actores excelentes, son modelos espectaculares.
—De algo hay que vivir ¿no cree? —bromeó el mayor, consiguiendo las risas que buscaba—, el secreto está en adaptarse.
—Ah, me alegra saber entonces que estoy trabajando con profesionales. En fin. —Haciéndole una seña con la mano les pidió a ambos que le siguieran—. Como le decía a Beomgyu, seré el encargado de esta y las futuras sesiones fotográficas. Ayer tuve el placer de conocer a Cole y Lili. Ellos serán sus compañeros de actuación, pero eso ya lo saben.
Yeonjun recorrió con la mirada al set mientras oía al mayor hablar. Era un ambiente normal, podría decir que hasta rutinario: cámaras, fondos croma key por un lado y escenarios armados con utilería por otro, staff corriendo de aquí para allá y un camerino que más tarde se convertiría en uno de los lugares que más frecuentaría en esos siguientes tres meses.
En los siguientes tres meses, tendría que ser por doce horas al día un personaje que más tarde el público amaría. Porque Choi Yeonjun interpretaría un papel que los fans ya conocían, un personaje que ya era conocido por millones y al que él únicamente le daría el rostro en esa serie que nació de una famosa saga de libros.
Encrucijada de amor, una saga adolescente que atrapaba sin quererlo. Una saga que sin quererlo pasó de la plataforma online, al papel, y del papel ahora sería interpretada y llevada al formato audiovisual, ni más ni menos que en el tan visualizado Netflix.
Vaya suerte aquella adolescente que, sin quererlo también, se hizo famosa.
—Yeonjun.
Oh, vaya, al parecer dejó de prestar atención demasiado tiempo.
—Choi Yeonjun, hey.
Y sacudiendo su cabeza regresó a su plano no astral, cayendo en cuenta que estaba sentado frente a un tocador rodeado de luces y maquillaje, una chica a su lado sostenía esponja y base.
—Volviste.
Y Beomgyu fue esa voz que lo trajo a tierra, una amigable sonrisa dándole la bienvenida, alzó ambas cejas.
—¿A qué planeta te fuiste que dejaste de escuchar? —preguntó con gracia al tener al fin su atención.
—Hm... a uno en donde ni siquiera presté atención al nombre de nuestro director de imagen —admitió sonriendo de lado, desviando la mirada de Beom cuando la maquillista le pidió mirar al frente y estarse quieto para ella hacer su trabajo.
—Christopher —Beomgyu le contó, también siendo atendido por otra chica—, pero pidió que le llamemos Chris, y no se le trate de usted.
—¿Y dijo algo más? Porque dejé de prestarle atención desde... que empezó.
Riendo entre dientes giró la mirada, mirando desde el reflejo de su espejo a Yeonjun que hacía lo mismo.
—Que debemos lucir perdidamente enamorados.
—Dos adolescentes perdidos en la mirada del otro ¿no es así?
—Elemental —cerró sus ojos cuando la maquillista así lo pidió—, y cito sus palabras "deben transmitir esas mariposas en el estómago"... ¿te crees capaz de lograr eso, Choi Yeonjun? —sonrió lado.
—¿Estás retándome, Choi Beomgyu?
Y al poder abrir sus ojos después de haber sido sombreados sutilmente, conectaron sus miradas risueñas a través del reflejo, ambos quizás con un atisbo inocente de competencia que comenzaba a ser un motor. Uno que quizás iría muy rápido.
—Si así quieres —musitó el peli-negro como contestación.
—Reto aceptado. —Y una media sonrisa en esos labios picarescos firmaron el contrato.
Y quizás pudieron continuar con aquella guerra de miradas que no iba a ningún lado en realidad, solo dos actores hablando en su idioma. Pero los ruidos de una discusión ahogada no muy lejos activó los botones incorrectos en ambos.
—¡Kai Kamal Huening, ven aquí ahora mismo! —grito uno.
—¡Choi Soobin, ve a comprarme un café y no regreses hasta que la sesión termine! ¡ahora! —ordenó el otro.
Y una sesión de fotos más tarde comenzó.
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Netflix. - yeongyu
FanfictionChoi Beomgyu jamás creyó que aceptar ese papel, significaría el cambio más importante que experimentaría su vida, y Choi Yeonjun tampoco imaginó que una simple sonrisa cambiaría su mundo. • strangers to lovers • Drama, Infidelidad, fluff. • Ésta h...
