Los rayos de luz solar hicieron contacto con el rostro de Taehyun, quien sufrió de un intenso dolor de cabeza. No había dormido en toda la noche, había sido de esa manera desde hace dos noches, cuando regresó del aeropuerto, y todo el desastre de Yuna se dió a conocer.
Oscuras ojeras adornaban bajo los ojos de Taehyun, poco le importaba su apariencia. y eso en parte era preocupante.
Pero, ¿preocupante para quién? Beomgyu estaba muy enojado, y con mucha razón. Él lo aceptaba, Choi estaba en su derecho a estar enojado, y merecía un poco de espacio.
Tae le dió todo el espacio que creyó que su mayor necesitaba. No salió de la habitación después de reflexionar sobre el comportamiento, y lenguaje corporal de Beomgyu. No lo quería cerca, y él respetaba su decisión aunque le doliese.
Seguía tendido en la gran cama, sin siquiera hacer caso al rugido de su estómago que le anunciaba que tenía hambre. Ya se le pasaría en un rato.
A pesar de estar dos días sin dormir, ni comer, sus necesidades eran lo menos que transitaban en sus pensamientos reflexivos, porque ellos estaban inundados en Beomgyu, Beomgyu, Beomgyu.
No encontraba manera de arreglar la situación, a menos que conversaran, pero el chico no le quería ver ni en pintura, así que dudaba que le escuchase siquiera.
Tal vez era momento para darse un tiempo, ¿no?
El solo hecho de imaginarlo le destrozaba, pero, ¿que sería diferente de las últimas semanas?
Tal vez Choi conseguiría un hombre mejor que él, así estaría seguro que no le haría daño.
Estaba cien por ciento convencido de que hay muchos mejores que él.
Taehyun rió amargo, era tan patético que le provocaba golpearse él mismo.
—Hermano, sé que somos otakus, pero se suponía que éramos de los que sí se bañaban —la voz grave de Yeonjun.
Estaba a punto de responderle sin ganas hasta que se interrumpió el mismo, gracias a la llegada de una nueva frase.
—Taehyun, ridículo, levántate de ahí y deja la miseria —y esa voz, eh... ¿qué?
—¿Yeji? —apenas levantó el rostro de las almohadas, dió con Yeonjun y la chica mirándole inexpresiva—. ¿En serio estás acá?
Yeonjun casi se ríe del estado tonto en que Tae se encontraba, pero se aguantó, mientras que la chica le respondió muy sarcástica—. No, es que has estado tanto tiempo deprimido que hasta ya puedes llevar hologramas a donde se te plazca y entonces Yeonjunnie me trajo para sacarte de tu tristeza.
Poco le dejaron hablar, cuando el menor presente le tomó de los pies y lo jaló fuera de la cama, mientras que Yeji iba al baño de la habitación y colocaba el agua fría en la bañera.
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