; 𝗔𝗛𝗘𝗚𝗔𝗢 𝗕𝗢𝗬 ─ taegyu )

꒰ 𔘓 O3 ꒱

Las suaves y armoniosas risas se esparcían por todo el departamento de los Choi, siendo Beomgyu y Yeonjun los creadores de éstas melodías -para los otros dos, eso eran-, distrayendo de vez en cuando a Taehyun y Soobin en su tarea de conversar. 

Si hablamos concretamente de Choi Soobin, estaba sosteniendo a Maeum contra su pecho mientras hacía el intento de asimilar las palabras antes pronunciadas por Taehyun. Se encontraba entre asombrado e intrigado hasta los huesos. 

—¿Me estás diciendo que Beomgyu sabe hacer los gestos morbosos que hacen las protagonistas de los animes que ven Junnie y tú? —pregunta, pronunciando todo a alta velocidad en un intento de grabarse la información en su cerebro. 

Tae entró en pánico al imaginarse que su novio le haya escuchado, ya que el volumen que empleó Choi no fue muy sutil. 

—Por favor, baja la voz —pide Taehyun, denotando sus ganas de acariciar con violencia la boca de Soobin con la suela de sus botas. 

Soobin se encoge de hombros, mientras pronuncia un bajito “ni modo” y suelta al perro, que ha comenzado a gruñir por lo hostigante que se vuelve su dueño en ciertas ocasiones... Humano tonto. 

—Volviendo al tema. No tengo idea de qué decirte porque realmente nunca me ha ocurrido, pero ¿Tan excitante es que te pones así? —Soobin cuestiona inocentemente, sin ser consciente de que ha despertado los recuerdos de Tae. Y la imágen se muestra nítida en su mente. 

Taehyun estaba mal. Beomgyu lo tenía mal. 

Él y su rostro precioso, muy tierno pero a la vez muy caliente. Tal y como cuando perdía las inhibiciones, demostrando cuán seductor puede llegar a ser. 

Kang Taehyun se declara devoto a Choi Beomgyu. 

Se siente muy afortunado de tenerlo, y sobre todo compartir con él en la intimidad. Le encanta sentir que Beomgyu no se siente tímido a la hora de pedir estando en la cama. 

“—Hy-Hyunnie, A-Ahm ahí~” 

“— Tae, por favor... Tae, Tae... Hyunnie” 

—¿Taehyun?... ¡Kang! —el tacto de Beomgyu en su brazo lo trajo a la realidad. 

Se sintió culpable al ver la preocupación en los ojos de su bebé, cuando él, segundos antes, estaba fantaseando despierto. Y para terminar; se había puesto duro. 

Soobin ya había desaparecido del sofá de enfrente, ahora Beomgyu estaba cerca de sí, con su rostro ahora más sucio de harina y leche condensada. Mientras sus ojos de cachorro lo miraban con anhelo a una respuesta, él se vió entrando en un estado de admiración total. 

—¿Estás bien? 

Asintió un par de veces, y con un beso en su frente pronunció : —Vamos a casa, príncipe. 

Ya había pasado una hora desde que llegaron a su casa, y siendo su rutina habitual de las diez y nueve horas, procedieron a acostarse en el sofá a ver televisión. 

O simular verla de vez en cuando, porque ellos no pueden mantener sus labios lejos del otro. 

—No me beses el cuello que me da cosquillas —demanda Beomgyu, empleando un tono "amenazador" contra Tae. 

Tae comenzó a revolcarse como gusano porque Beomgyu era demasiado tierno para su bien. 

Pero, por la mente de Beomgyu rondaba una pregunta que no sabía cómo expresar a su novio, y él realmente tenía curiosidad de saber. 

Por lo que comenzó tanteando terreno. 

—Kang, ¿puedo preguntar algo? 

—Ya lo hiciste, príncipe —ríe, mientras hace que Beomgyu trepe y se repose en su regazo. Inmediatamente, el mayor envuelve sus brazos en su cuello. 

Beomgyu apoya su cabeza en el pecho de Tae—. Deja de reírte y préstame atención —musitó, relajado por el constante tacto de Tae en su cabello rosa. 

—Está bien Beomgyunnie, sabes que puedes preguntar y hacer lo que quieras conmigo. 

Choi se sonroja por las palabras dichas, y como consecuencia, esconde aún más su rostro en el pecho de Taehyun, casi ahogándose con el olor de su colonia masculina. 

—S-Sabes, yo leí algo- ¡Pero no era mi intención hacerlo! Solo fue un accidente —comienza posando su rostro a centímetros del de Tae, quien por lo pronunciado tenía una mueca extrañada llena de curiosidad—. Estaba usando tu laptop para ver videos de cachorritos jugando con gatitos, y llegó un correo de Junnie preguntándote si tenías... ¿Cómo era que se llamaba? Eh, creo que comenzaba por h. 

Beomgyu se da unos momentos para recordar el nombre, y cuando lo hace su rostro se ilumina con emoción por el simple hecho de que logró recordar. Y con esa sola palabra, Tae siente una corriente que recorre su cuerpo. 

—Hentai. 

El maldito sentimiento de querer corromper la inocencia que albergaba su novio lo golpeó más fuerte que nunca. 

De esta no te salvas, Beomgyu. 

—Hmmm, ¿Quieres saber qué es? —repentinamente, la polla semidura de Tae despertó anhelante de afecto. 

Choi asiente repetidas veces, una sonrisa de lo más pura plasmada en su rostro de delicadas facciones. 

—¿Y si mejor te lo enseño?