Capitulo 11 | ¿Rainer? (Reescrito)

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-Eso es una falta de respeto. - Me suelto de su agarre y hago una brecha entre nuestros cuerpos.

-Es hacer que respeten nuestra posición, no pueden considerarse iguales si su suelto no supera las cinco cifras. -Responde aún sabiendo que dejando de lado el estúpido trato, yo son parte de ellos.

Muerdo mi mejilla tragándome mis palabras, algún día seré yo la que lo trate despectivame a él.

Rainer abre la puerta y nos empuja al interior. Observo el gigantezco salón con paredes doradas y me maravillo con la decoración mínimalista y monocomatica que visten las mesas y el escenario. Cada mesa es cuadrada con manteles beige, fuentes artificiales como arreglos céntricos y velas. A la izquierda de la pista se encuentra una mesa con bocadillos salados, mientras que a la derecha visualizo otra con bocadillos dulces. Finalmente, en el escenario se encuentra una orquesta de músicos afinando sus instrumentos, una estatua de cristal que simula una pareja y un micrófono al centro.

-Mi mesa es al fondo.- Susurra cerca de mi oído.

-¿Por un motivo en específico? - sonríe por solo segundos, tanto que es casi imperceptible.

-Claro. - Suaviza su mirada. - De otra forma no podría permitirme hablar con las zorras caza fortunas que vienen aquí creyendo que tendrán la oportunidad de sus vidas.

-¿Por qué siempre hablas así de las mujeres? - Lo encaro claramente molesta.

-Yo solo les doy un título de acuerdo a su actitud. Jamás diría algo así de mis hermanas.

-Siguiendo tu lógica tu título sería similar al de ellas. Vas de mujer en mujer, acostandote con cualquiera que ceda. Eso no te hace diferente.

-Soy un hombre, no es mal visto que tenga una vida sexual activa. - él comienza a caminar y a pesar de querer golpearlo, lo sigo.

-¿Si yo disfruto de mi sexualidad soy una prostituta, si tu lo haces está bien porque Eres hombre? - Tomo asiento al llegar.

-En resumidas cuentas, sí, coincido.

-No creí que ser hombre era tan simple... - Hago comillas en la palabra hombre . - Solo tengo que tratar mal a la sociedad, vivir mi sexualidad imprudentemente y decir estúpideces, nada de eso importa pues al final me van a perdonar y alabar diciendo que soy un dios

-Puedes decirme, ¿quiénes son las que alaban a un hombre con esas características? . - Guardo silencio. - Las propias mujeres.

La pareja que le corresponde sentarse con nosotros aparece, lo que da por terminada la conversación que tuvimos Rainer y yo.

Un golpe duro a mi realidad es que sin importar que tan humillantes sean los argumentos de Rainer, él tiene razón. Si una mujer vive su vida sexual libremente es juzgada y marcada como una prostituta; por el contrario de un hombre que ante la sociedad eso es normal y solo está siguiendo sus instintos. El día que la sociedad sea igualitaria, vamos a avanzar porque sé que las mujeres tenemos más capacidad, no cedemos ante la presión y podemos soportar lo que sea con la finalidad de cumplir nuestras metas. Yo llegué hasta donde estoy por mis propios méritos, luché por mis metas sin importar todos los desplantes y agresiones que soporté.

Sé que no está bien lo que estoy haciendo con Rainer. Acostarme con él y dejar que me manipule cuando se le da la gana no es nada inteligente si quiero defender mi postura; no obstante si fuera al contrario, la sociedad no lo vería mal aunque cabe la posibilidad que si, pero no sería similar. Nadie lo juzgaría en voz alta, ni mucho menos le gritarían que es un prostituto o imbécil, contrariamente lo alabarian y dirían que quieren mi puesto para así pasar un noche con el hombre sexy.

Sin sentimientos (+18)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt