La Película de Luna y Matteo [2]

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Los tortolitos se despegan del beso unos minutos después y Matteo le acaricia la mejilla con una sonrisa.

—Amo que me acaricies el pelo.

—¿Ah sí? Entonces, tengo una idea. Ven, acuéstate. —Le invita Luna tocando su regazo.

El italiano hace lo que le dice ella y se acuesta en su regazo. La mexicana sonríe con ternura y me empieza a acariciar el pelo.

—¿Te gusta, mi vida?

—Me encanta. No pares, mi amor. —sonríe él.

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En la cocina, Rey pregunta a Luna y Amanda de lo que estaban hablando.

Rey : ¿Me van a contestar o tengo que adivinar?

Amanda : No en no, señor Rey. Luna me estaba ayudando a acomodar un poco.

Rey : Usted debería estar en su habitación, Luna. No son horas para estar despierta y mucho menos conversando. La señora Sharon necesita silencio y tranquilidad absoluta para recuperarse. ¿Les queda claro?

—Excusas. —Suspira el castaño.

Luna : Pero ni siquiera estaba gritando.

Rey : Usted Amanda termina de limpiar todo rápido y en silencio como usted sabe.

Amanda : Si, señor Rey. Vaya tranquilo.

Sharon : (lo llama desde la sala) ¡Rey! ¡Vení inmediatamente!

Rey : ¿Qué espera, Luna?

—¿Se cree tu padre o qué? Da órdenes a tus papás no a ti. —Niega el mayor.

—Lo hacía para vigilar nuestros pasos en la investigación.

Luna : Voy a tomar un poco de leche y ya me voy.

Rey : Cuando vuelva, no quiero volver a verla.

Luna : Si, señor Rey.

Amanda : Vaya, señor Rey.

Rey sale de la cocina.

Luna : Amanda, no te vayas. Tú y yo quedamos en algo.

—Menos mal que tú nunca te rindes. —Sonríe el ojimiel guiñándole el ojo y la castaña sigue acariciando su pelo con ternura.

Amanda : Luna, va a llegar Rey y vamos a tener problemas. Toma tu leche y anda.

Luna : Si, si pero rápido. Solamente dime ¿de dónde sacaste esta medallita? ¿Quién te la dio? Por favor, es muy importante para mí.

Amanda : Bueno, está bien. (le dice en el oído)

Luna : ¡¿Cato?!

—Dile más fuerte, creo que en Francia no te escucharon. —Ríe Matteo y la menor hace un puchero.

Amanda : ¡Shh!

***

El día siguiente después del Blake, Matteo y Ramiro andan en la calle.

Matteo acaba de tener una llamada con su papá sobre Oxford.

—Tu carita triste, mi amor. —Dice la menor dejando un beso su mejilla.

Ramiro : ¿Qué onda? ¿Todo bien con tu papá?

Matteo : No, no. No está todo bien.

Ramiro : ¿Por qué? ¿Qué pasó?