Capitulo 2

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Klaus


Creo que ya agarre como costumbre despertarme demasiado temprano, supongo que por eso no duermo bien, entre mi insomnio y mi reloj biológico que me indica que debo empezar mi día a las 7am nada bueno puede salir.

Masajeo mi rostro mientras observo el microondas que esta calentando el café, me abrigo mejor con la frazada que tengo puesta mientras espero a que termine de calentar, me acerque a la heladera para ver mi almanaque. Tenia anotado que debía enviar unos dibujos para mi trabajo de animación, y mañana tendría ensayo con la orquesta.

Cuando el microondas hace ruido saco mi taza y camino hasta el balcón, lo abro dejando que el viento frio me pegue en el rostro. La verdad es que me gustaba la vista que tenía, vivo en el piso siete de mi edificio, y tengo buena vista de la ciudad cerca del Regent's Park.

Giro mi rostro al escuchar un ruido del balcón de mi nuevo vecino, mis ojos se abren con sorpresa al ver a un chico, era joven de cabello oscuro, su cuerpo era delgado y tonificado sin llegar a ser alguien marcado, sus piernas eran delgadas. Y estaba en bóxer, unos bóxer rojos eran lo que lo cubrían. En sus manos sostenía algo de color negro.

Lo escucho murmurar en voz baja "¿Dónde esta, donde lo deje?" Desvió mi vista de su cuerpo, pero mis ojos vuelven. ¿Qué hago viéndolo?, ¿no tendrá frio?, ¿Qué es lo que tango busca?

—¡Ey vecino!—dice el chico, alzo mi mirada y el chico me sonríe, tenia unos ojos oscuros y una sonrisa con dientes tan perfectos, su rostro era de forma rectangular y tenia unos labios delgados. Estaba por disculparme y buscar algo que decir que no me hicieran quedar como un loco acosador.

¿Qué se decía en estos casos?, podría hacerme el idiota y ver por otro lado, pero nuestros balcones son vecinos. Y no hay forma que me haga el idiota si justo me saluda.

—Soy tu nuevo vecino, lamento todo el ruido, oh déjame presentarme, soy Derek—dice estirándose lo mejor que puede colocando su vientre en el borde que evitaba que se cayera mostrándome su mano. La estrecho.

—Klaus.

—Un gusto Klaus.—dice él volviendo a pararse con normalidad antes que se caiga.—¿Tendrás un hilo y aguja de casualidad?, mi hermana...ella uso el pequeño kit que me traje y me dijo que lo dejo en el balcón, pero...no lo encuentro, ¿tienes?

—Yo...claro, ya te lo llevo.

—¡Oh mi héroe!—dice con una sonrisa.—Te espero.

Derek ingresa a su departamento y mis ojos se quedaron en la espalda ejercitada que tiene. Niego con la cabeza, el vecino se debió sentir bastante acosado por el chequeo que le di.

Busque mi aguja e hilos en los muebles. Mamá me lo había regalado, me decía que lo necesitaría y lamentaría el día que no tuviera uno. Nunca lo use, pero ella no tiene porque saberlo. Chequee rápido mi outfit, aun seguía en pijama, tenia mis pantalones rojos a cuadros y mi remera gris. Dudo que Derek se ponga quisquilloso con mi vestuario cuando literalmente lo vi en bóxer en el balcón hace unos minutos.

Negué con la cabeza mientras caminaba a su departamento, tras cerrar mi puerta, me muevo unos cortos pasos al suyo tocando la puerta. Derek me abre con una sonrisa, aun seguía en bóxer.

—Gracias, héroe.—dice agarrando mi kit.—Puedes entrar si quieres, me tomara unos minutos.

¿Qué te impulso a entrar? Me preguntarían, pero solo lo hice. Derek me indica que me ponga cómodo, su departamento era un desastre de cajas todas con etiquetas con nombre, no tenía demasiados muebles, un sillón gris junto al televisor, en el comedor alcanzo a ver una mesa con tres sillas, y lo que mas me sorprende es ver el dueño de todos mis sueños perdidos y los martilleos constante.

Una historia de amor (no) gay (Midas king  #2.5)Where stories live. Discover now