ᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏ → oo4

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➴ 𝐇𝐚𝐰𝐤𝐢𝐧𝐬, 𝟏𝟗𝟖𝟔.

"—Oye enana, he visto esto y pensé que te gustaría. Sé que no es lo que me pediste por tu cumpleaños, pero creo que es un buen sustituto.

Sobre la mesa, Jim Hopper posó un paquete de un tamaño considerable y con un aspecto similar al juego de magia que Blake había solicitado por su décimo cumpleaños. La niña lo contempló dudosa; intentando descifrar qué se ocultaba bajo aquel papel celeste.

—Ábrelo.

Blake sonrió, provocando que su padre adoptase el mismo gesto. Entusiasmada, atrapó el regalo y comenzó a desgarrar el papel sin ningún signo de delicadeza. Jim la observó ilusionado y deseoso de haber encontrado un buen reemplazante del obsequio inicial.

—¿Dragones y Mazmorras? —comentó curiosa leyendo el nombre que iluminaba la tapa.

—¿Un juego de fantasía, Jim? Te dije que le compraras una muñeca; algo acorde con una niña de su edad. Y vas tú y le traes un juego de chicos.

—Diane, dudo que un juego de fantasía tenga género —no quería involucrarse en una discusión el día del cumpleaños de su primogénita; pero guardar silencio era una opción que descartaba—. En realidad dudo que ningún juguete tenga género.

—¿Tú crees? —soltó una risa sarcástica. Con ira, le arrebató a Blake la caja de D & D que sostenía entre sus manos, asustándola—. Esto es un juego de chicos. Una muñeca es lo que tendrías que haberle comprado, ¡no esto! ¿O es que quieres convertirla en un marimacho?

—Jugar a un juego de fantasía no la va a convertir en un marimacho. Y jugar al baloncesto tampoco —no era la primera vez que surgía aquel tema de conversación; aunque usualmente, Jim trataba de desviar la discusión y no profundizar en las absurdas lógicas de su mujer. Pero se había acabado el hacer oídos sordos—. Y si le prestaras un poco más de atención a tu hija, sabrías que no le gustan las muñecas y que detesta las clases de dibujo.

Cada poro de la piel de Diane desprendía furia. No soportaba que su marido la contradijera; y mucho menos que no aceptara su forma de educar a Blake.

—Y a quien le tiene que gustar esto —de un tirón, recuperó el juego de Dragones y Mazmorras y volvió a colocarlo sobre la mesa—, es a ella, no a ti.

No tenía argumentos, ni manera de contradecir a Jim. Estaba furiosa, y necesitaba alejarse de aquella casa, de su marido y de Blake lo máximo posible. Alzó a Sarah en brazos y, sin pronunciarse, abandonó la estancia.

Hopper expulsó con cansancio el aire que, sin ser consciente, había retenido. Desconocía el instante en el que Diane se había convertido en lo que hoy en día era. ¿Había sido la enfermedad de Sarah el detonante? ¿O siempre había sentido aquella aversión por Blake?

—Gracias por el regalo, papá —sólo tenía diez años, pero la situación familiar que vivían no pasaba desapercibida ni para alguien de tan corta edad. Jim, recuperando la sonrisa inicial, tomó asiento junto a su hija.

—¿Te gusta? —con mimo, pasó su mano por la espalda de la niña y la atrajo hacia él, dándole así el cariño del que su madre la privaba.

—Todo lo que me regales tú me gusta —respondió firme, sonriendo ante su declaración—. ¿Juegas conmigo?

—Se me da mejor el baloncesto; pero claro que juego contigo, enana."

𝑭𝒐𝒓𝒆𝒗𝒆𝒓 𝒀𝒐𝒖𝒏𝒈 // Eᴅᴅɪᴇ Mᴜɴsᴏɴ Where stories live. Discover now