CAPITULO 8: Cara a cara con el enemigo.

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26 de junio 2021

Las últimas tres semanas fueron agotadoras, pero el estar ahora acostada en mi sofá escogiendo que película ver, con la certeza de que he cumplido con todos mis trabajos a tiempo, me reconforta. Estoy comiendo bien y salgo a caminar al menos dos veces por semana para despejar mi mente, algo que me ayudó mucho anímicamente.

Demian se encuentra en la cocina preparando las palomitas de maíz en el microondas. Estas semanas que pasaron, logramos hacernos muy cercanos y pasamos la mayor parte de nuestro tiempo libre juntos, aunque casi siempre por iniciativa suya, justo como ahora.

—¿Has visto orgullo y prejuicio? — le grito desde la sala.

Observo a León tomar impulso para luego saltar a mi regazo y descansar sobre mis piernas cubiertas por mi pijama de arcoíris.

—Por supuesto que sí, es cultura general— responde Demian saliendo de la cocina con un gran cuenco de palomitas, deduzco que estuvo husmeando en los cajones para encontrarlo.

—La volvería a ver solo porque amo a Keira Knightley— afirmo acariciando a León en la cabeza, él empieza a ronronear en respuesta.

—No sé quién sea, pero me encanta la escena en la que a uno de los zombis le arrancan la cabeza y ...

—¿Zombis? — lo interrumpo—. Estamos hablando de Orgullo y prejuicio, ¿en qué parte de la historia entran los zombis?

—El nombre te lo dice, Está más que claro que habrá zombis en "Orgullo, Prejuicio y zombis"— responde con obviedad, como si estuviera explicándomelo a mí.

—Definitivamente no estamos hablando de la misma película— sentencio riendo tanto que León me da una mala mirada— ¡Zombis!

—No sé qué te da tanta risa— señala tomando asiento a mi lado.

—No puedo creer que a tus veintiséis años no conozcas la película original— indico intentando calmar mi risa — ¿Al menos sabes de la existencia del libro?

—Por supuesto que sí, de ahí se inspiraron para crear la versión zombi— responde indignado.

—Lamento decepcionarte, pero antes de la versión zombi, filmaron una adaptación más... real.

—De ser así, la conocería — se defiende.

El tono de llamadas de Demian comienza a sonar antes de que yo pueda decir algo, entonces se disculpa y saca el celular del bolsillo de su chaqueta. Él suspira, supongo que al leer el nombre de quién lo llama, pero aún así contesta y coloca el celular cerca de su oído izquierdo, dejando el cuenco con palomitas en la pequeña mesa que se encuentra frente a mi sillón.

Demian me susurra que se trata de Amanda, alejando un poco el móvil de sus labios antes de hacerlo. Hablan durante unos minutos mientras yo sigo buscando algo para ver, pero nada llama mi atención.

—¿Ocurre algo? — pregunto cuando me aseguro que la llamada finaliza y él guarda su celular en su bolsillo trasero.

—Amanda nos invitó a cenar— me hace saber.

—¿A ambos? — pregunto sin dejar de acariciar a León. A estas alturas, él ya había visto varias veces a Demian, así que hoy decidió confiar en mí amigo y no esconderse de él.

—Así es, le dije que estaba contigo y se emocionó mucho, creo que de verdad le agradas.

—No lo sé— respondo dudosa.

¿Y si aceptar la propuesta de Amanda significa que eventualmente terminaríamos siendo amigas? No sé si estoy preparada para eso.

—Nunca lo sabrás si no lo intentas.

Nuestro cielo de colores (Lara Galeano) PRONTO EN FÍSICO Where stories live. Discover now