LO POCO DE VIDA COMUN

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Ámbar se levantó a las 6:45am, como siempre y de un salto se cambió la pijama, sacó la comida de su refrigerador, desayunó y fue a su trabajo. Ser una capturista es tan aburrido como lo piensan, es una analogía de la vida misma: la mayoría del tiempo es terrible y gris hasta que pasa algo increíble, aunque nunca pasa algo así. - te ves cansada azulita, ¿Volviste a dormir mal?- la voz de Gabriela sería lo primero que notarias en su oficina, era la ama y señora del chisme, a sus 67 años podías verla correr como una pantera de un lado al otro del estacionamiento con tal de conseguir las noticias más frescas en cuanto a amoríos, pero es buena gente, creo -todo bien, ayer me desvele terminando una pintura que ya tenía que entregar- dijo ámbar recogiendose el pelo que tenía en la cara, su cabello le llegaba hasta la cadera aún recogido en una coleta, y su teñido azul le ganó el muy ingenioso apodo de "azulita" quizás eso y su altura un poco mayor al promedio era lo único que la hacía destacar. - ok - si no hay historia, para Gabi estás muerta.
Su día pasó sin más interrupciones y a las 4:30 salió camino a su casa, recién se había mudado ahí por decreto de su madre que después de pasar a mejor vida decidió que esa casa vieja, fea y oscura no podría combinar con nadie más que con su primogénita, lo peor de esa casa no era que los gastos de reparación eran mayores que la renta que ella pagaba, que el barrio en el que estaba le quedaba más lejos de su trabajo o que el techo fuera refugio de un montón de mapaches que le tiraban la antena de la tv, lo peor era que por alguna razón habían varias goteras que no se podían reparar y de las cuales salían tiburones traslúcidos, de diferentes tamaños y en cualquier momento del día ¿Quien puede dormir en paz sabiendo que hay un tiburón martillo flotando en su cocina? No puedo decir que me alegra que a Ámbar le pasen estas cosas, lo cierto es que no me importa.
Aquí lo que importa es su extraño poltergeist squalidae.
La muchacha en los 6 meses que tenía viviendo ahí ya sabía algunas cosas de esos animales y la más importante era que al menos no podían tocarla, varias veces ya la había atravesado mientras se perseguían entre ellos y solo le dejaban la sensación de un cólico (como si los menstruales no bastaran) también se dedicó a estudiar un poco de ellos y había visto que tenían sus territorios: en el sótano había uno que se parecía mucho a un tiburón gnomo, una cosa bastante fea pero que mientras no apagara la luz no se movía de ahí, en la cocina estaba el martillo que no salía de ahí por qué otro pez no lo dejaba salir, era uno más pequeño pero muy agresivo y flotaba de un lado a otro en el espacio de la sala y el comedor. Por último había uno que no podía identificar, pero lo escuchaba, en el ático moviendo cosas y haciendo que el techo goteara, la pobre niña no subía por su miedo a usar escaleras de madera, hasta sus miedos son estúpidos digo, estamos hablando de alguien que por su falta de ingresos se acostumbro a una mezcla de jaws con el conjuro - llegas tarde, ya limpie el piso de la cocina y te toca la sala- la robótica voz de Mario era algo que siempre la alegraba, llevaban ya 6 años en pareja y el siempre había estado para ella en las buenas y en las malas, y ahora en las peores - no creo poder pagarme otro sillón, mejor me quedo con las puras sillas de plástico hasta que vea como puedo arreglar las goteras- dijo Ámbar mirando el primer sillón que había podido pagarse sola convertido en una esponja olorosa -¿y si rentas el sótano? Está bastante grande y conozco algunas bandas que buscan un lugar para ensayar-  - ay si, con el monstruo que está ahí nadie va a querer- - mira si tú de verdad quieres yo me encargo de eso, les explico bien, hay una banda en la que tocaba en la que todos son unos estúpidos, pero bastante buena gente y quieren verse rudos, un estudio con fantasmas de tiburones es lo más metalero que me imagino- - bueno, si tú los conoces y pagan la luz que usen y aparte me dan algo supongo que puedo intentarlo- .

SharkHouseWhere stories live. Discover now