28.

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— ¡buenos días, tennie! — tea abrió la puerta del cuarto en la mañana del cumpleaños del muchacho, también se cumplía su tercer mes en el país. — anoche tern nos ayudó a decorar un bizcocho para ti, se emocionará mucho cuando regrese del jardín de niños.

— buenos días..— el adormilado menor se removió bajo sus sábanas sentándose la cama lentamente soltando una pequeña risita al ver la velita prendida sobre el bizcocho lleno de colores.

apagó la vela luego de mentalmente pedir un deseo y se mantuvo silencio mientras desayunaba junto a su hermana, ella le comentaba lo que podrían hacer cuando regresara de la universidad, quería que su hermano pasara un buen cumpleaños con su familia.

— ¿por qué no lo prendes? tal vez tus amigos te dejarán mensajes. — la mayor señaló el celular del menor, el mismo que estaba apagado desde que llegó a tailandia hace meses.

cuando llegaron lo primero que hicieron fue llevarlo al hospital para que le hagan un rápido chequeo, conoció a los psicólogos que estarían al tanto de él y también vió el que sería su hogar indefinidamente. había un cuarto de huéspedes que pasó a ser suyo, el mismo era normal y desde la ventana se podía ver gran parte del casi tranquilo barrio al rededor de la casa. su estado de salud no le permitía estar mucho tiempo fuera de la cama, se cansaba rápido o tenía ciertos momentos que parecían pequeños ataques de ansiedad en los que temblaba y lloraba sin ninguna razón aparente, por suerte tea rápidamente aprendió a calmarlo si esas cosas ocurrían. su padre se mantenía al tanto de los tres en todo momento, siempre que regresaba del trabajo jugaba un rato con tern y pronto iba a ver a su hijo para sentarse junto a él un momento y por lo menos recuperar aquel buen ambiente que solían tener.

todos los días que pasaban el joven despertaba preguntándose cómo estarían sus amigos, cómo estaría su madre, cómo estaría johnny. quería prender su celular y llamarlos pero simplemente nunca se animaba, se excusaba consigo mismo diciendo que estaba muy cansado o qué tal vez podrían estar ocupados. pero luego de esos tres meses ahí, empezó a entender que a veces estaba bien no estar listo para hacer ciertas cosas, que todo sería posible en su momento y que debía agradecer que de a poquito estaba mejorando.

físicamente había cambiado un poco, ya no estaba tan delgado, gracias a su familia ahora se alimentaba correctamente y su cuerpo muy lentamente iba recuperándose y empezando a seguir el nivel necesario para una persona de su edad. su cabello había crecido bastante, sus mejillas tenían formita y por fin aquellas bolsas bajo sus ojos habían dejado de ser tan notorias. había llorado mucho por tener que dejar la universidad pero la de chicago le había prometido a su padre que le permitirían recursar el año que dejó una vez los profesionales vean oportuno su regreso a la vida normal, solo podían decir maravillas del tailandés así que si era necesario darle clases a distancia entonces lo harían.

— tal vez lo haga..si, lo pensaré.

LIGHT A FLAME. |JohnTen|Where stories live. Discover now