Capítulo 2

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Vanesa López

Nunca pensé que empezar a socializar con la niña que llego una semana después del retorno a clases presenciales fuese tan interesante y divertido, pensé que me rechazaría de una, pero al parecer me acepto como nunca nadie lo había hecho me defendió acaso había más que una sola chica fingiendo ser mala, la veo y digo ella es mi inspiración se expresa y dice lo que piensa sin importar nada ni nadie.

Hoy nos o bueno tuve la idea de invitar a Emanuel a bueno comer con nosotros, pero solo se me quedo viendo.

--¿Quieren las hojas de Jorge? —nos voltea a ver, solo como punto destacado Jorge es nuestro profesor de matemáticas no le gusta que le llamemos "profesor" así que le llamamos Jorge por su nombre.

--No—contesta Mariel –simplemente se nos ocurrió que ahora por trabajar juntos en el proyecto de español podemos también disfrutar de un almuerzo juntos—agradezco internamente a quien se que haya puesto esas palabras en la boca de Mariel pues no es como si ella las hubiese dicho por voluntad propia.

--Bien, acepto almorzar con ustedes—contesto Emanuel

Pero a ver esperen eso ya es muy atrás mejor pasemos a algo más importante que justo paso un mes después.

Las evaluaciones del segundo trimestre se acercaban con rapidez y todos estábamos fritos en las materias de física y matemática.

--Bien recuérdenlo todos están hundidos en el abismo ¡¡¡¡todos!!!!—grita Jorge antes de salir con su maletín del salón

La próxima hora antes del receso fue la más cómoda el profesor Abdiel encargado de inglés es muy amable con todos apenas suena el timbre todos incluyendo a nosotros salimos corriendo

--Los bancos Emanuel—Mariel y yo le gritamos pues para poder sentarnos en la sombra ocupamos banco de los cuales Emanuel es el encargado de ir por ellos mientras nosotras bajamos con las loncheras

Apenas estuvimos los tres sentados empezamos a almorzar.

--No sé a ustedes, pero a mí ya me dio miedo eso que dijo Jorge—hablo Emanuel

--No sé cómo le haremos, pero estoy segura de que aprobaremos—contesto Mariel con mucho pero mucho optimismo

--Saben en la biblioteca hay un libro que podría ayudarnos—comente

--esperen ¿Han entrado a la biblioteca? —¡oh! no acabo de meter la pata Vanesa ósea yo tenía que ser, a decir verdad, nadie ha entrado más que Mariel y yo porque nos metimos de contrabando.

--Si, ¿Por qué tu no? —ese arqueo de ceja me dice algo "Mariel ¿qué tienes en mente?" es mi pensamiento

--No, entrar está prohibido niñas—la cara de Emanuel lo dice todo ¿está nervioso o ansioso? Por lo que acabamos de decir.

--De todas formas, no nos dejaran entrar—dije decepcionada

--¿Y quién dijo que pediríamos permiso? —ahí no esto me sonó a que Mariel tiene un no tan honesto truco bajo la manga

Bien cuando dije que Mariel tenía un as bajo la manga cabe resaltar que no pensé que fuera tan peligroso lo que tenía en mente y se preguntaran porque bien les doy una pista ella está en la dirección robándose las llaves de la biblioteca mientras Emanuel y yo vigilamos que nadie venga

--Listo las tengo—después de tres minutos sale victoriosa con las llaves en la mano

--Aún sigo sin saber cómo me convencieron para esto par de demonios—nos mira Emanuel

--nadie te obligo—mi mirada va directo a el

--Bien atracaremos la biblioteca en la noche de todas formas los tres vivimos cerca de aquí será fácil escabullirse—Mariel reafirma el plan y todos asentimos.

Como lo dijo ella escabullirse era fácil a decir verdad para mí era aún más fácil pues mis padres los días de hoy no llegaban a dormir a casa solo fue cuestión de esperar a que mi hermano se encerrara a su habitación para poder salir por la ventana sin dificultad alguna. Apenas estuve fuera empecé a vigilar solo tenía un obstáculo la casa de enfrente ósea mis vecinos en especial su hijo ya que era mi compañero de salón al final terminé por agacharme al pasar por esa casa.

El resto del camino fue corto y fácil, cuando llegue Emanuel ya estaba ahí así que me acerque a el

--¿Y Mariel? —apenas abrí la boca este se sobresalto

--¡Ay! Solo eres tu...no se creó que no ha llegado—se encogió de hombros

Enseguida vi algo moviéndose entre las sombras

--Pensé que nunca llegarían—termino de salir Mariel quien ya se encontraba adentro de la escuela

--Pero ¿Cómo? —miro Emanuel más que sorprendido

--Las llaves lo olvidan—abre la rejilla mientras gira las llaves en su dedo mientras él y yo pasamos.

--Dime que traes ahí las de la biblioteca—la mira Emanuel y esta asiente

--Bien es hora de entrar—continúe yo con rapidez

Apenas los tres estuvimos dentro empezamos a caminar rumbo a la biblioteca, mientras avanzamos me pareció ver una luz encendida pero no le tome gran importancia pues pensé que era el dueño que aún seguía dentro de mí, cuando estuvimos fuera de la biblioteca Mariel lo abrió y todos apuntamos con las linternas del celular

--Pero que sucio está aquí—se quejó Emanuel, pero la verdad no lo culpo pues este lugar estaba realmente polvoso parecía que nadie había entrado en por lo menos tres años seguidos y más aún por la falta de mantenimiento

--No estamos aquí para admirar—hable yo –si no para buscar el libro de física que mencionamos en el receso—continúe mientras caminaba

Los tres empezamos a buscarlo hasta que lo encontramos, estábamos por revisarlo hasta que de la nada la sirena de alarma se podría decir que de incendio fue encendida los tres salimos corriendo Mariel tenía el libro en el brazo así que nuestra búsqueda había tenido un gran éxito el día de hoy por lo menos habíamos conseguido lo que necitabamos y habíamos alcanzado a salir antes de ser emboscados y descubiertos por el cuerpo de bomberos, ahora el problema seria explicar porque la biblioteca estaba aún más patas para arriba que antes, el lado bueno era que teníamos la mitad de la noche para inventar una buena y creíble excusa. 

Nota!

Aquí les dejo un nuevo capitulo disculpen la hora 😅😅 espero les guste

POV: Vanesa López en multimedia 

El desastre que somosWhere stories live. Discover now