Recordó leer en un libro que un padre haría lo que fuera por su hijo, y eso es lo que Naruto planeaba hacer. Desde este momento sintió la necesidad de hacerse una promesa, ante cualquier cosa su hijo siempre sería lo primero para él. Liz quería estar con un noble, bien, quería revolcarse con ese bastardo, Bien, no quería criar a su hijo, BIEN. No la necesitaba y lo demostraría cuidando de su hijo hasta verlo convertirse en una leyenda.

Lentamente un pequeño brillo apareció en sus orbes cerúleos.

—Desde ahora, no dejaré que nada te pasé mi pequeño Jin. —Su desordenado y rubio cabello cubrió parcialmente sus ojos—. Si se atreven a hacerte daño, no importa quien sea... YO LO DESTRUIRE. —Naruto tenía sus ojos brillando de un rojo intenso.

-10 Años Después-

Cuidar de un hijo fue una experiencia algo única, también fue molesto por los constantes chillidos de Jin. Su hijo fue muy problemático por los constantes problemas en los que se metía, desde bromas pesadas dirigidas hacia los hijos de sus vecinos hasta el vandalismo de pintar sus casas de color rosa brillante. No entendía mucho, pero sabía que no era normal que un pequeño niño de no más de 10 años sea capaz de correr un maratón completo de 8 Kilómetros sin sudar.

Bueno eso era normal para él, pero sus vecinos y otros residentes de la aldea los veían como si fueran raros.

Jin, el nombre que le dio a su hijo. Siempre tuvo una curiosidad grande por todo. Por eso, si a Jin le llamaba la atención cualquier cosa como el Kenjutsu, Naruto leía, aprendía todo acerca de este arte y se lo enseñaba a su hijo. Si quería explorar otro lugar, empacaban sus cosas y se tomaban unas vacaciones para ir a los lugares que su hijo tanto quería ver.

Siempre fue así, nunca necesitaron a nadie realmente y nunca lo necesitarían.

Jin con el pasar del tiempo, desarrollo una mentalidad similar a su padre.

Y hoy fue el comienzo de su entrenamiento, quería convertirse en alguien con una fuerza similar a su padre, sabía que no sería fácil pero estaba dispuesto a correr los riesgos.

Actualmente el pequeño castaño estaba mirando el inmenso bosque por el que estaba rodeado —. Ahora, tu entrenamiento no será nada sencillo ni suave. —Naruto que estaba sonriendo, habló observando a su hijo tragar saliva.

—Sabes que, creo que mejor me alejo. —Jin comenzó a correr por el bosque con una cara de miedo—. Jeje, pediste entrenamiento y eso te daré mocoso —dijo Naruto, y de un momento a otro se movió a una velocidad cegadora, apareciendo enfrente de su hijo que tragó en seco al ver los ojos rasgados de su padre

—¿Piedad? —preguntó el pequeño con sudor bajando por su frente—¿Piedad?, ¿Qué es eso?, ¿Se come? —cuestiono Naruto con la cabeza inclinada, y en un rápido movimiento cargo a Jin como si fuera un costal de papas llevándoselo al centro del bosque.

Por un tiempo todo estuvo en silencio, hasta que se pudo escuchar un desgarrador grito de alguien sufriendo. Los animales como pudieron se alejaron de todo el lugar por temor a encontrarse con lo que haya echo gritar a alguien con tanto miedo.

-10 Años Más Tarde-

Naruto hizo pasar por un infierno a su hijo, el pobre Jin siempre lo maldecía por la tortura que le hizo, pero no podía negar que todo eso dio resultados increíbles. Ahora que finalizó su entrenamiento, su padre lo dejaría para que se haga un nombre por el mundo y siga con su vida. La despedida fue rápida, no necesitaban decirse mucho cuando sabían que sentían mucho cariño por el otro, con un abrazo, Naruto comenzó empacando todo para su viaje para encontrar la respuesta acerca de como llevar a cabo la misión que su padre le dejó.

JūbiWhere stories live. Discover now