STRANGER THINGS 2

FINAL

Ya habíamos terminado el curso, nueve meses de total normalidad que, sinceramente, todos necesitábamos. Durante ese tiempo, Max había empezado una relación con Lucas y, aunque mi hermano no estaba para nada de acuerdo, lo dejó pasar porque le había salvado la vida, pero sería lo único que dejaría correr. Billy seguía en su línea, pero había empezado a tratar mejor a la pelirroja y, sorprendentemente, también a Steve. Sobre Steve y yo, él superó a la pringada de su ex en menos de dos semanas, no me sorprendió demasiado porque entre que se dio cuenta de que ella era una idiota y entre nosotros surgió una conexión casi inmediata, estaba claro que la pena no le duraría demasiado. Pero todavía no estábamos juntos, ninguno había dado ese primer paso.

Me encontraba en la habitación de Max, Susan y yo la ayudábamos a prepararse para el baile de fin de curso que se organizaba en el último curso de la primaria. Se puso un jersey negro con líneas amarillas, azules, y fucsias, formando un estampado de cuadros, en la parte de abajo, unos pantalones de pana rojizos. Tenía una trenza que le recogía el pelo que se le posaba en la cara, molestándole. En un momento Billy entró a hacer un comentario negativo sobre ella o sobre cómo iba vestida, pero antes de que intentase herir los sentimientos de la niña le cerré la puerta en las narices. Cuando ya estaba lista, me cambié rápidamente, me quité el pijama para ponerme unos shorts negros y una camiseta granate, me calcé con unas converse y después de que Susan le hiciese cien fotos a la niña, salimos de casa. Steve nos esperaba fuera en su coche, el cual tardaron un mes en arreglar. Me subí en el asiento del copiloto y Max se sentó en los asientos traseros, allí también estaba Dustin, su peinado era algo diferente, no parecía él, pero no tardé en notar que era parecido al de Steve, solo que con rizos, estaba segura de que era él quien le había dado consejos al niño sobre su peinado. Llegamos hasta el colegio, donde se celebraba la fiesta del final de curso de los chicos.

—Cuando estés dentro... —comenzó a decir Steve.

—Hago como si me diera igual —le interrumpió Dustin.

—Te da igual —prosiguió Harrington.

—Me da igual.

—Eso es. Estás aprendiendo, amigo mío.

Dustin se intentó mirar en el espejo del retrovisor, Steve se lo apartó y le miró de nuevo.

—Estás muy guapo, las vas a dejar muertas.

—Como un león, grrr.

—No, no hagas eso.

—Vale.

Max y yo nos miramos atónitas y nos empezamos a reír de lo absurdos que estaban siendo, nos dijeron de manera muy seria que no deberíamos reírnos y eso solo nos provocó más ganas de reír.

—Los vas a dejar muertos, Max —me burlé.

—Como una leona, grrr —se burló también.

—No es gracioso —repitió Dustin.

Me encogí de hombros y me seguí riendo. Los dos niños salieron del coche y se encaminaron hasta el gimnasio, donde se celebraba el baile. Cuando ellos dos entraron, Harrington arrancó el coche y nos pusimos en marcha hacia la carretera, no sabía a dónde íbamos, pero tampoco me importaba. Durante todo el camino estuvimos hablando sobre el mundo del revés y los monstruos que habitaban allí, no era una historia muy bonita pero si entretenida de escuchar.

—Llevo un buen rato dando vueltas sin rumbo, ¿dónde vamos?

—¿Qué tal si vamos a la bolera? —sugerí.

—¿Cómo el día en el que nos conocimos?

—Recordando viejos momentos.

—Me parece bien.

Me dedicó una sonrisa y nos pusimos en marcha hacía allí. Aquella noche, a diferencia de la primera vez, fui yo quien le ganó, echándole en cara que era muchísimo mejor que él. Después de aquello comenzó una muy bonita relación.

FIN