"El karma existe"
Era Devon, el amor de verano de su mejor amiga. Anittsa estaba claramente desorientada, pero lo que más la sorprendió es que con el choque El líder ni se inmutó, la teoría de los músculos del Líder según Eve, era cierta...
–Oh, señorita Itzair ¿No? –Dice este ofreciendo su mano para que Anittsa se levantara de una vez por todas del suelo. Sin dudar la tomó y sacudió la suciedad que quedó de la caída.
–Muchas gracias, líder. Y lo siento, no estaba viendo por donde iba –Esta apenada bajó la vista, ademas de que era incomodo ver al líder siendo este tan alto. Un dolor de cuello sin exagerar. Devon estaba a punto de responder, pero detrás de él se escuchó una voz conocida para Anittsa.
–¿Ann? Estás bien? Luego de pelear con esos idiotas en la cafetería, te perdí de vista –Dice Eve a un lado de Devon, este solo sonreía de lado, algo había pasado entre ellos y Anittsa se había perdido el drama. (Vaya mierda x2) pensó la castaña.
–Esas palabras Eve, las cosas como el Karma existen en este campamento –Dijo con total seriedad, pero Eve sólo le restó importancia mientras comía su sándwich de jamón –Bueno, debo ir a supervisar algunas cosas. Tenga cuidado, señorita Nawja.
Todo le parecía normal a Anittsa hasta que el líder se despidió de Eve de forma tan Sensual, bueno, puede ser poca cosa pero encima de que la llamó por su nombre y luego por su apellido, fue relativamente normal, pero cuando se estaba retirando no despegó su mirada de la de Eve en ningún momento. Hasta perderse de vista hacía mucho más sospechoso el asunto.
–Me tienes que contar todo Evangeline Nawja –Menciona Anittsa con rudeza mientras camina hacia la cafetería a comer su almuerzo estipulado y Eve pone una cara de victoria mientras sigue a su amiga en la multitud de campistas hambrientos.
Ciertamente Anittsa entendió todo lo que decía Eve y lo de llegar a pelear a la cafetería no era una broma, pues muchos adolescentes pidiendo comida, muchas voces y espacio limitado. También algunos líderes intentando relajar a los campistas, pero eran campistas jóvenes y sus esfuerzos eran en vano por lo que solo los dejaban ser, de igual forma consiguieron la comida sin muchos problemas.
Una hora después de haber ido a la gran cafetería a luchar por un almuerzo, Eve y Anittsa ya siendo de noche, se dirigieron a la cabaña, Eve miraba a su alrededor por si en algún momento volvía a ver su Líder favorito pero no fue así y llegaron sin contratiempos a la cabaña. Entraron y se turnaron para usar el baño, cosa que en media hora ya ambas estaban en cama esperando que el sueño llegase.
–La comida de acá es una maravilla –dijo Anittsa de repente, claramente no tenían nada que hacer y ninguna conciliaba el sueño aún.
–Si que lo es, aunque no comí mucho, no me quejo. Además hay ciertos manjares adictivos –Dijo Eve con tono juguetón mientras sacaba una libreta con lápiz y prendía la tenue luz de la mesa de noche.
–¿Te refieres al Líder? No tengo nada que opinar, pero tú si lo estás conociendo, cuéntame qué pasó ente ustedes –Inquirió la castaña mientras tomaba asiento a un lado de Eve en su cama.
–Es una larga historia, bueno, no tan larga pero si muy cómica –Alargó Eve y comenzó a contar el verdadero "Así conocí a tu padre".
>Anteriormente cuando Eve fue por el sándwich de jamón...>narra Eve.
Estaba esperando mi momento para pedir algo en la cafetería, aunque todo el mundo estaba en desorden, sentía empujones que intentaban sacarme de la fila, pero jamás me iré sin mi sándwich de jamón.
Empujé a quienes me empujaban y en ese momento juro que sentí una mano agarrándome el trasero, voltee a mirar hacia la dirección donde supuesta mente había salido la mano y solo habían campistas gritando sus pedidos, me vi sumida en un grupo de solo hombres deportistas de un momento a otro y mi escapatoria parecía ser saltar por encima de ellos, pero llamar la atención no estaba en mi lista de quehaceres en el campamento. Por lo que me mantuve en la fila hasta que volví a sentir aquella mano y llevar falda me hacía sentir más vulnerable encima.
