Lecciones Aprendidas © (CP #2)©

Cap. 17: Arreglos

—No lo haré Hannah. Santos si ha sido el amor de mi vida pero ya no, eso cambió cuando me mintió.

—Tú no sabes si lo hizo por tu bien.

— ¿¡Por qué lo defiendes tanto!? -grito alterada.

—No lo defiendo a ninguno de los dos, yo no sé porque te hiciste asesina y sin embargo aquí estoy.

No niego que tiene razón. Siempre he querido tanto a santos que aquí estoy, esa es la razón por la que soy asesina. Por él. Quería encontrarlo, porque algo dentro de mí sabía que estaba vivo.

Una lágrima cae por mi mejilla.

—Creo que es tiempo de tantas vueltas Layra. Se siguen amando quieran o no, no huyan de su destino.

Volteo y solo sonrió. ¿Tendrá razón? ¿Estaré huyendo de él? Me temo que sí.

Me meto a la bañera y me relajo, tantas ideas y recuerdos vienen a mí.

Salgo y me pongo ropa limpia. Y no podría faltar mi chaleco, una vez lista salgo de mi habitación. Bajo escaleras y la mayoría esta desayunando, si uno los viera, diría que son recién casados, empresarios, turistas, hasta empleados del mismo hotel. Me pregunto cómo le habrá hecho Santos para escaparse.

Lo que me hace pensar que Santos me vio y también vio a Matías que trabajamos en la OSA, y vio a Damián que es uno de los grandes asesinos de la historia. ¿Se habrá dado cuenta que estamos unidos?

—Vaya que tienes el sueño pesado —dice Damián extendiéndome un poco de fruta en la mesa.

—No siempre te duermes tarde.

—Porque lo harías si cuando te fuiste apenas eran las diez.

—No pude dormir y salí a caminar, note que se les escapo Santos.

—No creo que hayas notado solo eso —dice agitando su celular y se ve la imagen del beso entre Santos y yo. Ciento como mis mejillas se enrojecen  —Tranquila, no diré nada. Pero tienes que hablar con Matías, él no va aceptar una perdida. Y mucho menos tuya, Isabel, en serio te ama.

—Y yo también pero...

—Pero nada, me da mucha hueva este tema de amor y desamor así que mejor come que hoy tenemos que planear su arresto de Hastings.

Termino de comer y me subo a la habitación de Damián.

...

—No voy a usar esa técnica es muy aburrida y no dará resultado.

—Y entonces que propones —me pregunta mientras recuerdo lo que me ha dicho Hannah.

—Investigue un poco ayer —digo cruzando las piernas —Santos está en un crucero justo en este momento. Hará parada a unos buenos kilómetros de aquí.

—Bien, te llevaremos y lo traerás.

— ¿y por qué yo?

—Por qué tuya fue la idea —dice levantándose de la silla y saliendo de la habitación.

—Perfecto —susurro viéndome al espejo.

...

La tarde pasa como si nada, yo me alisto y Hannah hace unas cuantas llamadas. Aun no entiendo que hace aquí.

Empaco cosas esenciales, chaleco antibalas muy fino, pistolas, cuchillos, cinturones. Obvio esta que todo es de protección jamás empacaría primero los pantalones.

Una vez lista me agarro mi cabello en una coleta.

—No, no, no, no, no, ni creas que iras así a un baile de disfraces.