8.Vida universitaria

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Dafne Miller

Después de dos días con pausas en cines, moteles, tiendas, Starbucks, al fin llegamos a Berkeley, la ciudad que será nuestro hogar mientras que estemos en clases. Tenemos dos días para desempacar y queremos conocer un poco el lugar, nunca he recorrido esta parte de California, por la ventanilla del coche noté que es una zona de contrucciones modernas pero con muchas zonas verdes acompañadas de pequeños lagos donde se me antoja leer un buen libro de Joana Marcus, aunque aún falta conocer el potencial que guarda esta ciudad, espero que al menos sea más tranquila que Florida.

Por cuestión de comodidad hemos decidido quedarnos en la casa que tiene Nain aquí , no es que la residencia estudiantil universitaria este en malas condiciones, solo que no queremos separarnos cuando tenemos una casa con todas las condiciones para las tres. En realidad la propiedad es asombrosa, no es como la mansión de Florida, es un poco más pequeña pero joder, la estructura es impresionante, desde la entrada se ve una habitación levitando, o algo así, es difícil de explicar si no eres arquitecto pero en los ojos humanos se visualiza así. Además cuenta con un pequeño gimnasio, piscina, un mini cine, tres cuartos enormes con sus baños, y las otras cosas que hay en una casa de millonarios.

Termino de guardar mi ropa en el armario de mi habitación para dirigirme hacia la terraza, Marina me comentó que iban a relajarse un rato en la piscina, el viaje fue agotador .Cruzando el umbral de la puerta localizo a las niñas en las tumbonas tomando el sol con unos moscow mule en la mano, es un trago hecho de vodka, cerveza de jengibre picante y jugo de lima, combinación deliciosa
para darle un comienzo a nuestra vida universitaria. Me posiciono en la cabecera de la tumbona bloqueándoles el sol, Marina se quita los lentes y me quiere asesinar con la mirada.

-Nena permíteme broncearme-me regaña la trigueña colocándose los lentes otra vez-Toma un trago y recuéstate un rato, necesitaras este rato para poder comenzar con los estresantes días que se avecinan

Le tomo la palabra acomodándome a su lado con mi bebida, mi sujetador queda a un lado para tonificar mejor mi piel y me coloco los lentes de sol para disfrutar del grandioso ambiente que hay en este lugar.

Pasado un rato, mi móvil comienza a vibrar en mi bolsillo, al tomarlo y ver quién es, trago grueso y los nervios toman mi cuerpo. Días sin saber de él y ahora me está llamando, me pienso contestar después de todo lo que pasé por su culpa desde que llegué, pero como siempre decido escucharlo y contesto

-¿Vinnie?-es lo único que sale de mi boca

Se demora en hablar, pasan unos segundos y se escucha una voz nostálgica del otro lado

-Cariño, soy yo, tu novio-me dice como si no hubiera pasado nada-¿Cómo te va por California?

Será imbécil este hombre, mi ira va creciendo con cada palabra

-¿Cómo te fue la otra noche con la chica?-pregunto en un tono calmado pero consumiéndome por dentro

-¿Otra chica?-se hace el indirefente ahora el capullo-¿De que hablas?

-Tú, otra chica, haciendo cosas-le doy un pequeño resumen

-Daf me robaron el móvil hace unos días, por eso no había podido comunicarme contigo-joder, joder, joder-Sabes que nunca te sería infiel, te amo demasiado cariño

Ahora mismo mi cabeza es un lío, ósea que no era él,nunca hizo nada. Y yo pensando tantas mierdas, y lo peor es que me aferré a eso para enrredarme con el chico de los tatuajes en Florida. La segunda parte de esto es, ¿se lo digo?, me dejará lo sé, fui demasiado mala cabeza en estos días y no me lo perdonaría jamás.

-¿Daf, estás ahí?-sin darme cuenta me he quedado paralizada con el móvil en la mano aún en la llamada

-Perdóname cielo-intento dar tiempo para pensarme si confieso o no-Parece que fue un error, se que nunca me harías daño

Sádicos Impulsos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora