Pasar con el día con Susie y con Alice de comprar, era de esos días que sabes que cuando llegues a casa y no escuchar a nadie de los dolores de cabeza que me estaban provocando de tanto ponerme y quitarme ropa.
- Bueno, espero verte antes de que te vayas - dije abrazando a Alice cuando la dejamos en la casa.
- Me voy el lunes, y tu te vas... - dijo Alice.
- Nos vamos el martes - dije mientras el correo donde me habían mandado el billete.
- ¿Nos vamos? - preguntó Susie.
- Sí, es el mismo día pero diferente vuelo - dije.
- Que guay oye, más te vale que te lleves los apuntes para estudiar - dijo Alice.
- Sí, eso tenía pensado - dije.
- Vas a tener tiempo - dijo Susie.
- Oye, que en mayo ya acabo así que ya vuelvo a venir pero ya tengo tus medidas y en París te empezaré el traje así que tendrás que ir a verme - dijo Alice.
- Será un placer poder ir a verte a París - dije mientras que nos abrazábamos nuevamente.
- No te espero con una tabla de quesos porque no te gusta pero si con muchos crepes con diferentes rellenos - dijo Alice.
- Eso suena demasiado bien - dije.
- Anda, nos vemos pronto - dijo Alice.
- Adiós querida - dijo Susie.
- Adiós chicas - dijo Alice y entro al portal.
- Conduzco yo - dije subiéndome al lado del piloto.
- Me parece muy bien - dijo Susie dándome las llaves.
- ¿Llevamos algo para cenar? - pregunté.
- Sí, creo que es lo mejor - dijo Susie.
- Vale, hago el pedido y lo pasamos a recoger ahora - dije.
Pedí en un sitio de hamburguesas gourmets que me gustaba ir con Alice esos días que ambas estábamos que no podíamos más con la vida y sólo queríamos comer comida rápida.
- Listo, en media hora lo tienen lo que tardamos nosotras más o menos - dije.
- ¿Qué has pedido? - preguntó Susie.
- Hamburguesas, nuggets, papas... de todo un poco - dije.
- Hoy si que me apetece eso - dijo Susie y puso la música a tope.
Comenzamos a cantar y a bailar en el coche, me encantaba pode de disfrutar con Susie estos momentos porque al final para mi era mi madre.
- Cuidado - dijo Susie.
Una persona se había tirado a cruzar la calle, en ese momento paré en seco y un chico rubio junto a otro hombre cruzaron. El hombre mayor había decidido cruzar sin mirar y en un sitio que no se debe cruzar.
- Lo siento - dijo el chico rubio joven y yo sólo sonreí y levanté la mano del volante. - Madre mía que guapo
- ¿Sabes quién es ese? - dijo Susie cuando seguía el camino.
- No - dije.
- Es Max Verstappen - dijo Susie y la miré.
- Es demasiado guapo - dije.
- Ya te gustaría verlo más a de cerca - dijo Susie y me reí.
- ¿Y se puede? - pregunté.
- Sí, lo vas hacer seguro - dijo Susie.
- ¿Y se puede comer? - dije antes de bajarme del coche a buscar la comida.
- Todo depende de los dos, no de ti sola - dijo Susie y comenzamos a reírnos.
Entré dentro del local a buscar el pedido, dentro había un chico moreno, un poco más alto que yo muy guapo esperando su pedido.
- Hola - dije por ser amable.
- Hola, están tardando un poco - dijo el chico.
- No pasa nada - dije y le sonreí.
- Aunque es la primera vez que como aquí - dijo de nuevo el chico.
- Son de las mejores hamburguesas de aquí - dije.
- Eso espero - dijo el chico.
- Bueno, por lo menos a mi me parece que están muy ricas - dije.
- Cuando nos veamos de nuevo te diré que tal - dijo el chico.
- Y si nos encontramos de nuevo me invitas a una - dije.
- Eso está más que echo - dijo el chico y sonrió.
- Genial - dije.
Recogí el pedido, me despedí del chico me fui directa al coche donde le conté lo que había pasado a Susie de camino a casa.
- Hola - grité mientras que entraba en casa y mi padre estaba viendo un peli con Jack.
- Hola - dijo mi padre y nos vino a saludar.
- Hemos traído comida - dijo Susie.
- Madre mía y más bolsas - dijo mi padre.
- Yo también me he comprado alguna que otra cosa - dijo Susie.
- Pues me tendréis que enseñar - dijo mi padre.
- Primero cenaremos - dije mientras que iba a saludar a Jack.
- Dios que bien huele - dijo mi padre mientras que sacaba la comida de las bolsas.
- Voy a preparar lo de Jack - dijo Susie.
- Papá, Alice quiere hacerme el traje para el evento del máster - dije.
- ¿Y cuándo irás a París? - preguntó mi padre.
- Después de las primeras carreras - dije.
- Que ganas de ver un diseño de ella de nuevo el de la graduación de la carrera me gustó muchísimo - dijo mi padre.
- Ella es muy buena la verdad - dije.
- Sabes que casi matamos a al padre de Max - dijo Susie.
- ¿Lo habéis visto? - preguntó mi padre.
- Sí, es guapísimo - dijo.
- Oye, cariño...- dijo mi padre.
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¿Una última pregunta? - Max Verstappen
FanfictionMe llamo Laia Wolff, tengo 23 años, periodista y estudiante de un máster en periodismo deportivo. Llegué para hacer una entrevista y acabé enamorada de los ojos del actual campeón del mundo.