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Despavilar fue lo mínimo que Min Yoongi pudo expresar a la ocasión, agitó ferviente y sacudió las manos en cuanto el frío y glutinoso fluido manchaba sus dedos, el fuerte ventarrón azotó del despellejado pelaje. Procesar lo que sus ojos estaban viendo y las palabras demandates junto a una inhumana mirada se plasmaban en su mente sin evitar sentirse aterrado y confundido a su vez.

Miró a dirección de la casa, los rugidos del hombre a las afueras aún persistía y con seguridad asumía que el resto de la calle Morris yacía al tanto de la discordia. Apresuró sus pasos en cuánto sintió que necesitaba todas las respuestas a las preguntas que rompían su cabeza, a una brevedad colérica se sumergía a la sala en busca del más menor éste que extrañamente había desaparecido; se asomó a la cocina y recorrió al pasillo de regreso encontrando de espalda con una quietud y desinteresada postura del chico de rosáceas hebras.

- ¿Me vas a decir qué carajos significa esto, Jimin? -exaltó el superior, habiendo jalado y volteado al más menor. -¿Qué fue lo que hiciste?

Jimin, arisco y apático en su semblante, reaccionó impulsivo resongando y desprendiendose en un zarandeo del fuerte agarre.

- ¡Déjeme en paz!-rugió molesto, apartándose de su vista. Sin embargo, aunque haya consternado a Yoongi, él actuó con agilidad y lo estironeó del suéter.

--- ¿Dónde crees que vas?

La vacilación del vecino aún zumbaba en esa tensa noche para Min; Jimin continuó accionando de la misma manera y cruzando los brazos caprichoso, sus arrugados labios expresaban disgusto.

--- ¡Habla! - sobre saltó Yoongi, provocando el pestañeo en el adverso.

Jimin inmutó a la demandante petición y el azabache no podía reflejar más enfado y coraje de lo visto.

- Qué mierda... ¿por qué? ¿Tú hiciste esto? - cuestionó, agitó pesado- Dios. ¿En qué cabeza cabe que un niño haga esto? Es un animal... ¿ por qué?, ¿qué te pudo haber hecho tanto para llegar a tal punto? ¿Ah? Jimin... ¡Dímelo!

--- ¡Tú! --- Espetó el rosáceo, ferviente a la presión. Yoongi estático lo miró.

- ¿Yo? -titubeó aturdido Yoongi.

--- Tú y esa tonta sonrisa bonita de muñeca. --- expresó cruzando los brazos molesto nuevamente --- No me gustó, y esa boba gata tampoco.

--- ¿Qué?

--- ¿Sabes qué pasa, padrino?--- Adjuntó el menor, intimidante en su postura. --- tienes miedo, yo lo sé, y por eso piensas que esa fea muñeca puede ayudarte pero yo... ¡ yo voy a demostrarte que no será así!--- exaltó señalando amenazante.

Desapareció fugaz tras su actuar dejando helado por un breve instanteal hombre, Yoongi aunque aturdido por sus palabras lo siguió entre cuestiones y quejas, ambos al centro del inerte animal, Jimin lo cogía entre manos colgado entre el agarre de sus falanges.

--- ¿Qué crees que estás haciendo?

--- Hacer que no vuelva a sonreír. --- contestó desafiante, dirigiéndose hacia la sala.

No hubo un sólo segundo de quietud por parte del azabache, reaccionando cada vez más prepotente, jalando del pequeño con rudeza y cogiendo esta vez sin pizca de tolerancia o piedad del ya inerte felino, arrojó de éste contra el patio y con ímpetu estrujó los brazos delgados del más menor.

--- ¡Tú no harás absolutamente nada! ¿Me entendiste? --- litigó el mayor, irritado. El pequeño vaciló chillón y adolorido esta vez, intentando desprenderse. Sin embargo, por justa ocasión el superior a arrastras llevó de él a dirección de la habitación entre quejumbrosas peticiones, aquello que hizo caso omiso a ello.

Padrino [MYG + PJM] - [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora