Sus latidos

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Vi el video y reí nerviosa, mordí mi labio inferior levemente.

Me levanté de la cama y fui a la oficina de Colombus, mordía un lápiz mientras veía algo en su computadora.

Toqué la puerta y volteó a verme.

—¿Qué pasó?
—¿Me das un beso?
Rió levemente y me dijo que me acercara.

Le di un piquito y me quedé a su lado, vi su computadora y vi que estaba escribiéndose con alguien de un museo importante.

—¿Quién es?
—La dueña de un museo, quiere poner varias de mis obras
—Ah ya
Me puse en cuclillas y me quedé viendo su computadora.

—¿Y por qué te dice linda?
—Siempre me ha dicho así
—¿Hace cuánto la conoces?
—1 o 2 años
—Mm ya, ¿y solo se hablan para lo de su museo?
—¿Estás celosa?
—No
Rodé los ojos.

—Sigues sin saber mentir Hawk
—Ya cállate y responde mis preguntas
—Solo hablamos para lo de su museo
—Hmm
—No me creas si no quieres
—No me hables feo
—No te hablé feo
—Claro que si
—¿Te va a bajar verdad?
—Si
Rió levemente.

—Deberías aprovechar
—Que estés en tu regla no me impide darte orgasmos
Volteé hacia ella.

—No me veas así porque te hago el amor
—No te estoy viendo de ninguna manera
Levantó las cejas.

—Ajá
—Que te vea estando en cuclillas no es...vaya
Rió y siguió en su computadora.

Me quedé un rato más en su oficina revisando sus cosas.

Habían pasado al menos treinta minutos y Colombus no acababa.

—¿Ya casi acabas?
—Ya cariño, ¿por qué?
—Porque quiero atención
Soltó una leve carcajada.

—Ya voy, ya me estoy despidiendo
—Bien
Me senté en una de las sillas enfrente de ella y empecé a dar vueltas.

—Quiero un oral
Dije de broma y ella soltó una fuerte carcajada.

—Ahorita te sientas en mi cara
—No lo decía...bueno
—Que obediente

Quitó el lápiz de su boca y se puso a dibujar mientras esperaba una respuesta.

Vi de reojo la hoja, dibujaba el cuerpo de una mujer desnuda.

—Eres rápida para dibujar
—Uno se acostumbra
—Y lo haces lindo
—Me estreso si lo hago mal
Me quedé viéndola mientras dibujaba.

Comenzó a hacer la cara y fue cuando me di cuenta que era yo.

—No juegues
—¿Qué?
—Mi cuerpo no es así
—Lo es, si te vieras como los demás te ven te darías cuenta
Bufé y recargué mi cabeza hacia atrás.

—Me gusta esa posición
—¿Esta?
—Mhm, te ves bien
—Gracias
Asintió y terminó de dibujar.

Pegó la pequeña hoja en la pared y fruncí el ceño.

—¿Qué?
—¿Por qué la pegaste?
—Porque me gustó cómo quedó
Levanté las cejas.

—¿Ahora si ya acabaste?
—Ya
—¿Ya puedo tener ese oral?
—Ya
—¿En dónde?
—En dónde quieras
—¿Aquí?
Volteó hacia mi y cruzamos miradas.

Movió todas su cosas y cerró su computadora para ponerla en otro lugar.

Me hizo una seña para que me subiera al escritorio, me bajé de la silla y me acerqué al escritorio.

Me subí y gateé hasta llegar con ella, me puse en cuclillas y esperé a que hiciera algo.

—Acuéstate
—Mhm
Me acosté lentamente y ella se puso encima de mi.

—¿No se rompe esto?
—Soporta hasta 200 kilos
Levanté las cejas sorprendida y ella rió levemente.

Nos juntamos en un beso bastante deseoso y desesperado.

Comenzó a bajar por todo mi cuerpo hasta llegar a mi abdomen, levantó mi blusa y bajó mi ropa interior.

————

Estábamos acostadas en su cama viendo una película en la tele.

Ella comenzaba a quedarse dormida y le dije que se podía acostar en mi.

Se acomodó y puso su mano en mi abdomen.

—Puedes tocar mis pechos si quieres
Dije al notar cómo acariciaba cerca de ellos.

—Gracias
Asentí y puso su mano en mis pechos.

Reí levemente al sentir como los acariciaba lentamente y comenzaba a quedarse dormida.

Después de un rato se quedó dormida, sentía su respiración tranquilizándose cada vez más y sonreí tiernamente.

Me acomodé debajo de ella y me quedé viendo el techo un rato mientras acariciaba su brazo.

Su cara era iluminada por la luz que entraba de esos gigantes ventanales de su habitación.

Después de un rato me quedé dormida al igual que ella.














Uno cortito...

Un pequeño secreto Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ