Capítulo Dieciséis: Qué vida la mía

71K 14.2K 10K
                                    


Capítulo Dieciséis: Qué vida la mía.

Dawson.


Marzo, 2017.

—¿Y qué has estado haciendo? —pregunta Kristen con una sonrisa seductora.

Bebo de mi trago en tanto la veo. Hemos coincidido en un par de fiesta en el último año, compartido un par de miradas, pero hoy es la primera vez que realmente hablamos luego de que fuésemos presentados. Rubia, bonita, bajita y de complexión bastante delgada. Hemos estado conversando y la verdad es que me parece interesante, además en definitiva es bastante inteligente he estado totalmente escuchando sus opiniones sobre ciertas cosas, pero supongo que finalmente dándose cuenta que la atracción es mutua, decide llevar la conversación a un territorio más coqueto y estoy bien con eso.

—Trabajando, acostumbrándome a ser un adulto ¿Qué has estado haciendo tú?

—Estudiar y esperar a hablar finalmente en una fiesta con el chico que ha llamado mi atención durante el último año.

—Qué chico tan tonto.

—Pero encantador —Me sonríe.

—¿Cómo sabes que soy yo y no mi hermano?

—Fácil, tu hermano no frecuenta tantas fiestas cómo antes y cuando lo hace viene con su novia —asiente hacia la dirección en donde se encuentran ambos—. Además, el brazo tatuado ayuda.

—El brazo tatuado es el sello de diferencia ¿Eh?

Y esto normalmente no me molesta porque Drake y yo hemos crecido siendo tratado cómo replicas, es más común ser confundidos que nos diferencien, con las chicas y nuestros romances siempre fue exactamente igual, perdí la cuenta de cuántas me besaron pensado que yo era Drake y cuántas lo besaron a él pensando que era yo.

Cómo digo, esto no suele molestarme, de hecho mamá vive de esas bromitas de "¡Ups! Me confundí de gemelo", pero bajo este contexto de ligue, hoy me incomoda y lo ha venido haciendo el último par de semanas desde mi cumpleaños, no hay que ser un genio para saber por qué.

—El brazo ayuda muchísimo.

—Eso dicen —respondo con simpleza.

Llevo una vez más la mirada a Drake y Alaska que conversan con un par de amigos de él, Romina también vino con nosotros. Últimamente Drake no va de fiesta tanto cómo en el pasado, no porque Alaska lo prohíba o él sea un hombre diferente, pero se trata de que prefiere pasar su tiempo con Alaska o haciendo planes con ella y eso está bien, si lo disfruta ¿Por qué no? Sin embargo, disfruto de estas ocasiones en donde venimos juntos a alguna fiesta o cuando incluso Alaska se une a nosotros y ¿Romina? Ella es absolutamente divertida esté o no esté con su novio al que unánimemente llamamos "el futbolista".

—Pero apuesto a que ustedes no son exactamente igual en todas partes —dice Kristen con picardía tocándome el brazo de manera sutil, pero sin que me pierda el contexto de la declaración.

Durante unos segundos me cuesta procesar que acaba de hacer referencia a mi pene o a las habilidades sexuales entre Drake y yo. Drake y yo somos infinitamente cercanos, pero no llegamos a tales extremos.

Sin embargo, me digo que estoy predispuesto y siendo demasiado complicado sobre las cosas cuando siempre he sido relajado y centrado, así que le sigo el ritmo a su coqueteo, también dejo caricias sutiles en su cadera, cuello o mano en tanto hablamos cada vez en un lenguaje más coqueto y cercano. Avanzamos lo suficiente para que su cuerpo esté muy cerca del mío y para que mi rostro comience a acercarse al suyo, estratégicamente sé lo que vendrá después de que nos besemos, la posibilidad es excitante, pero no tanto como lo era antes.

+21 (Libro 2 Saga Inspírame) Disponible en libreríasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora