Two Of Us || SuperCap One-Shots

II

Now I lay me down to sleep,
I pray the Lord, my soul to keep 

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Cuando Clark se despierta en medio de la noche, sudando y jadeando, se muerde el labio para no hacer ruido y se reincorpora hasta estar sentado, pero Steve siempre se da cuenta.

Por lo general, después de estos sueños turbios se siente demasiado cansado como para hablar sobre ellos, lo agota aún más que pelear con alienígenas más poderosos que él; usualmente Steve hace lo que sea para recordarle a Clark que él está allí para él, se remueve despacio o hace un ruido con la boca, como un quejido, siempre trata de ser sútil para que el pelinegro no reaccione a una caricia sorpresiva y termine golpeándolo (solo paso una vez y fue lo más cerca que Clark estuvo de acabar con él, y Steve no estaba dispuesto a repetirlo).

Entonces el capitán se mueve lentamente, una mano deslizándose despacio debajo de la camiseta de Clark, la descansa sobre su estómago, lo que Clark identifica como una invitación a volver a acostarse.

Usualmente Steve nunca pregunta si quiere hablar de eso, en su lugar, se inclina hacia Clark, envolviéndolo entre sus brazos, embriagándolo de su aroma y suavidad. El tacto de Steve, la piel al descubierto de sus brazos fríos, incluso su cuerpo, eran suaves, atractivos y entonces le permitían a Clark concentrarse en él, se estancaba pensando en el cuerpo del hombre a su lado, en su calor. Trataría de llenar su mente con las palabras heridas en la voz de Steve susurrando un—: Está bien.

No era demasiado, pero Steve sabía cómo reconfortar a Clark sin necesidad de sermonearlo como usualmente lo haría con los miembros de su equipo.

Y al contrario del soporte que Steve era para Clark, Clark jamás le daba consuelo a Steve cuando tenía pesadillas. Dejaba que Steve se fuera al baño y se relajara por su cuenta. Después lo esperaba en la cama hasta que Steve se sintiera mejor.

Últimamente no eran tan recurrentes las pesadillas del rubio, no porque estuviera tranquilo, más bien porque casi no dormía y aunque le habría gustado recibir un poco de apoyo, no se molesta en pedirlo; estaba bien con eso.

Clark a menudo solía preguntarse el cómo es que Steve tenía tanto control sobre si mismo, o si quiera cómo era posible que aún no haya perdido la cabeza por completo.

Incluso una vez cuando soñó que asesinaba a la Liga, no había podido evitar despertar alarmado y gritar.

Steve se había espantado tanto así que había pegado un respingo y se había levantado a la velocidad de un rayo. Después se había encontrado conque solo era Clark, aferrándose a las sábanas de la cama, sudado y acelerado.

Entonces, Steve se había acercado a él y le preguntó directamente si estaba bien, con suavidad para no alborotarlo. Una mano sobre uno de sus omóplatos y la cabeza despeinada. Clark lo apartó de un manotazo y le gritó que lo dejara en paz.

Steve no se había molestado por como le había gritado, porque sabía cómo se sentía, incluso se había quedado en medio de la cama observando como Clark se alejaba de la habitación. Steve podía entenderlo mejor que nadie.

Y por la mañana siempre hacían como que no pasaba nada.