V E I N T I D Ó S | S E N T I M I E N T O S Y V E R D A D E S

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—Siento si soy estresante la gran mayoría de las veces... —susurró, dándose cuenta de lo que me había dicho. —No sé comportarme de otra manera con una persona. Estoy acostumbrado a estar solo, a que nadie me apoye, a que nadie me proteja... Y ahora, por primera vez en mi vida, tengo miedo a perder a la única persona que me protege por las imprudencias que hago por mi trabajo... Cuando somos un equipo y debemos protegernos el uno al otro.

Al escucharlo, sentí algo en mi pecho, pero negué con la cabeza porque no debía sentir nada por él, le estaba mintiendo con mi verdadero yo por mi trabajo. Y él odiaba a la policía. ¿Qué haría si descubriese que era policía? Lo más probable es que dejase de hablarme y me diera de lado. Tenía la esperanza de que no fuera así, pero no podía poner la mano en el fuego por nadie.

Observé la desesperación de Gato al decirme todo eso y me acerqué a él, colocando mis manos sobre sus mejillas para tranquilizarlo.

—No vas a perderme.

Gato apretó la mandíbula, temeroso por ello y susurró;

—Nadie sabe el futuro, Felina... Quiero creerte, pero el que juega con fuego, se acaba quemando tarde o temprano. Perdí a mi madre por culpa de un cabrón, quien la tuvo trabajando como prostituta y la asesinó a sangre fría... Años después, cuando entré aquí, me vengué asesinando al asesino de mi madre, pero no me sentí para nada bien. La venganza nunca es la solución... —susurró, dejándome petrificada por lo que me estaba contando y apreté la mandíbula al escucharle.

Traté de decirle algo, pero las palabras no me salían y Gato parecía que, tras la confesión, no quería que dijese nada.

Me sonrió de una manera muy dulce y susurró;

—Vamos al bar. Te invito a una copa.

Me debatí si aceptarla o no, por lo que decidí lo primero.

—Vale.

🥊

Gato pidió 2 cervezas y, ahí, en la barra del bar, nos encontrábamos ambos, uno al lado del otro con la música algo más baja de lo normal, pero que igualmente estaba bastante alta.

Brindemos ambos esa noche, después de las discusiones que teníamos la gran mayoría de las veces y después de que él me confesara algo difícil de contar.

Cuando noté la mirada de Gato sobre mí, supe que todavía estaba con la pregunta en su cabeza de lo que realmente había pasado ayer con aquellos policías. Pero no podía hacer otra cosa, porque de ser por ello, le habrían encarcelado por ser un hombre buscado, a pesar de ser una víctima. Solo esperaba que Gato no me diese de lado o hiciera algo peor conmigo. Prefería mil veces lo primero, pero cuando le miraba a los ojos, no sabía que esperar de él si supiera lo que escondía.

Solo esperaba no tener que llegar a ese punto jamás.

—Ayer hablaste con los policías, pero les diste algo y sé que no fue dinero... —Observó su cerveza antes de mirarme a los ojos nuevamente y preguntarme. —¿Qué era, Felina?

—Mi carnet de conducir —respondí rápidamente y Gato solo arrugó su entrecejo.

—¿Segura? —Volvió a preguntar.

Yo traté de parecer normal, divertida y creí que lo había conseguido por como el rostro de Gato había cambiado.

—¿Acaso lo dudas? —cuestioné divertida.

Él negó varias veces, tomando un trago de su cerveza y luego dejándolo sobre la barra, apoyando su brazo musculado y lleno de tatuajes sobre ese sitio.

GATO: Deséalo y perderás [+18] ✔️ (COMPLETA)Where stories live. Discover now