⤷𝟏𝟎⤶

340 58 24
                                    

[▸]

Beomgyu se sentó en la cama sin dejar de sostenerle la mirada a Yeonjun, el pelinegro se había quedado paralizado mientras observaba al castaño sin despegar su vista.

Beomgyu temblaba en un nerviosismo que era ocultado de buena forma por una leve mirada chispeante en confianza.

Aunque por dentro solo quisiera huir...por la ventana.

El menor apartó algunos cabellos que atravesaban su campo visual.

Yeonjun tragó de manera brusca, sus labios se habían secado y era evidente que la pregunta voló todos sus circuitos. Ya no actuaba de forma desinteresada.

Choi Yeonjun estaba siendo una persona con la respiración entrecortada, lo latidos acelerados y sudoración en las palmas por el sentimiento ansioso.

Estaba nervioso, nuevamente.

El pequeño Choi soltó un suspiro al no obtener una respuesta luego de un par de minutos. ―Olvídalo, seguramente el malestar me hace decir estupideces.

Se volvió a acostar, acobijándose hasta los hombros.

Yeonjun observó a su compañero darle la espalda al acostarse, el pelinegro soltó el aire que había estado conteniendo.

Fue un extraño arrebato cuando se encaminó hasta donde estaba la cama de Beomgyu, el chico se giró tan pronto sintió al pelinegro cerca. Yeonjun se lanzó encima de su compañero, abrazándolo de esa forma al sorprendido castaño que no terminaba de entender cada una de las acciones del mayor Choi.

―No quiero que sea un alboroto de hormonas lo que sentí, estoy mayorcito para aquello ―susurró Yeonjun, apegado a la espalda de Beomgyu.

El castaño había quedado mirando a la pared cuando sintió a Yeonjun abalanzarse sobre él, la cercanía del mayor sobre la manta que lo cubría era más inquietante.

El nerviosismo fue reemplazado por el sentimiento de calidez que le brindaba el abrazo de Yeonjun, con su brazo estirado sobre su cintura de manera floja, tal como se había lanzado, cayendo como sea y solo quedaron de esa manera.

Yeonjun al cabo de unos minutos se durmió por muchas razones, el cansancio lo tenía al borde, el clima era perfecto y estaba cómodo.

No obstante, Beomgyu respiraba pausado con miedo a moverse de más y despertar al pelinegro profundamente rendido a su espalda.

Solo quería huir muy lejos, su corazón estaba siendo quemado.

[▸▸▸]

El pequeño Choi se esforzó de sobremanera al pasar de largo todo lo sucedido, la conversación que parecía cavar más dentro de sus almas de lo que algún día llegaron a pensar.

¿Por qué?

Simplemente por una razón;

―No quiero incomodar a Yeonjun, me parece lo más correcto ―comentó a Taehyun quien comía gustosamente un helado.

Era fin de semana, el día libre anhelado por los estudiantes. Ambos amigos habían decidido organizar una pequeña salida a un lugar entretenido.

Taehyun llevó a Soobin y Beomgyu decidió invitar a Yeonjun para bueno...

― ¿Por qué dices que lo incomodarás? ―preguntó el rubio, confundido.

Beomgyu soltó un suspiro mirando a lo lejos a Yeonjun jugando con Soobin en los juegos de realidad virtual.

―Si yo demuestro que me importa, él no querrá ceder a la idea de olvidarlo, entonces lo hago yo primero para que no se vea afectado.

― ¿Cómo sabes que no está afectado? ¿Estás consciente que lo que te dijo fue una especie de declaración en su idioma? Extrañamente no fue directo como todo lo que a menudo sale de su boca pero es un indicio que la sutileza existe en el diccionario que lleva en su cerebro.

♪Aɴᴛɪ﹣ʀᴏᴍᴀɴᴛɪᴄ♪ ☾YeonGyu☽Where stories live. Discover now