Afortunada en el juego, desafortunada en el amor. Dayhia, una chica universitaria ha sufrido otro fracaso amoroso recientemente, sin embargo noche tras noche encuentra consuelo en su pasión qué desde pequeña son los videojuegos, sus compañeros de ju...
-¡No puedo creerlo! - Exclamó Dayhia mientras retira los auriculares de su cabeza.
-De no ser por el reloj, no me hubiese detenido realmente, este juego es... no tengo palabras para describir, es increíble con todo el sentido de la palabra, demonios, ¿Por qué tengo deberes de adulto en este momento? Tal vez es el castigo de cuando era pequeña y deseaba crecer rápido, que tonta fui.
Dayhia debe levantarse de su cómoda silla rosa, colocando los auriculares en el cabezal, estira las piernas y camina un poco alrededor de su habitación ya que está casi en su totalidad entumida, un poco de lumbalgia se hace presente, pero no pasa de que un poco de masaje repare el dolor. Parece ser un ritual en cada sesión post noche de juegos.
Lentamente arrastra los pies hacia el baño, debe prepararse para un nuevo día, ya que otra vez, su noche de juegos pasó de las horas previstas, apenas le dará tiempo para desayunar e irse a clases, porque después de todo no se pierde una sola.
En el camino a la universidad, se encuentra con un poco de suerte ya que había un asiento disponible a la vista en el tren y no desaprovechó la oportunidad, coloca su mochila en sus piernas, un fondo de chill pop en sus audífonos y esperar a no quedarse dormida, aunque es lo único que desea en ese momento.
Un café cargado no parece funcionarle en esta ocasión, ya que el sueño comienza a cobrarle factura, por lo cual decide comprar otro doblemente cargado, un par de minutos después, llega Linda y se sienta junto a ella en el aula como es costumbre, la nota recostada sobre su brazo, mientras que su cabello cubre toda su cara.
-Ah, lo sé, pero es mi primer desvelo de ese modo en varios meses, tú lo haces casi a diario, ya tienes práctica por ende ¿Cómo soportas ese ritmo?
Dayhia se levanta un poco y solamente sostiene la silla en la que está sentada, suspira profundamente y acomoda su cabello.
-¿Qué puedo decir? Es mi hobbie, mi don, mi maldición, me gusta simplemente sentarme y patear traseros digitales, no creo estar haciendo algo malo.- Respondió mientras bosteza
-Si tienes razón, todos tenemos ese pasatiempo y gusto que nos roba la mitad del día por lo regular, por cierto creo que no has notado lo bien que me luce esta playera, fue una de las que compre ayer en la tienda de Jake.
-Está estupenda, luces genial, te queda justo a la medida como te gustan, ¿Qué tal Will?
-Ese Will... Ayer me sentí desplazada por una figura, ya sabes cómo le gusta el coleccionismo, pero las cuida y da mantenimiento muy frecuente, siento que lo encuentra muy relajante, simplemente lo dejé disfrutar su momento, después entró a jugar con nosotras.
-Eso es increíble, lo hacen ver tan sencillo realmente, es decir, cualquiera que los ve, diría que no son una pareja gamer ni nada por el estilo, Will es un deportista nato y pasa por un hombre "normal" y tú eres la típica chica de gustos gamer, pero no parece que sea tu hobbie, es como si solo te subieras al "tren del mame" por temporadas, y son muy compatibles, por favor dime el secreto de su éxito..
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